Por Manuel Gutiérrez
Tanto va el cantaro al agua hasta que se rompe, dice el refrán en relación a los movimientos de posibilidad de que el Club Deportivo Atlas, en equipo de la Fiel, sea adquirido primero por Saúl Alvarez, conocido en el barrio como al que le puso una madrina, Crawford, en Las Vegas cuestión de enfoques. Y otros han hecho circular la especie de que lo compra Alejandro Fernández, con otros socios.
Todo comenzó cuando comenzamos a especular con la compra por parte del grupo de Dallas, Texas, Arctos, (Osos) que era una investigación de mercado, no llegó a propuesta todavía. Pero real, existe una gran tendencia en Estados Unidos a comprar futbol mexicano.
Pero la posibilidad de compra juega con lo que representa como negocio el Atlas. Es decir, no es asunto menos invertir más de 250 millones, al parecer con tope. Y habrá que ver que representa la venta del club, de la marca, de los inmuebles y propiedades accesorias y derechos por cuánto tiempo o a perpetuidad.
Es decir, la pura franquicia, aunque vale y un puñado de jugadores y cuerpo técnico, resultan un negocio atractivopero hay interesados en usar la franquicia para ascender un nombre de un equipo de su terruño, lo que de alguna manera afectaría la tradición del nombre del Atlas.
Se sabe que se vende el Atlas, pero no con exactitud lo que implica.
Orlegi, en tanto parece decidido a jugar a cumplir con la disposición de FIFA de la multipropiedad, deshaciéndose del Atlas (en forma accionaria, con socios y no necesariamente desvinculados del todo, dado que ser propietarios de una parte, sin aparecer en el Consejo y como solo socios accionistas, ya no viola el precepto de FIFA) como lo hacen organismos y equipos que tienen inversiones incluso en jugadores.
Otro grupo con poder adquisitivo y que ha movido en silencio, fiel a su estilo de hacer negocios, está en Eduardo yMichel, Cheto y otros Leaños anexos, integrantes de la familia de los Tecos de la UAG, que deshojan la margarita, una vez que se ha logrado por los litigios de los LeonesNegros, principalmente una sentencia,, que temporalmente retorna el ascenso por medio de la titulación en el torneo.
Tecos tiene dos sopas: Invertir en su equipo y llevarlo en una loca carrera lo más rápido que puedan y en caso necesario comprar una franquicia, pero ha sucedido algo interesante: El destino del 3 de marzo: Este inmueble que ha quedado muy céntrico, que posee un amplísimo estacionamiento (si la UAG no está en horario) se pretende convertir en un centro moderno de espectáculos, sin perder lo deportivo, es decir consagrarlo a presentaciones de artistas, conciertos y eventos mayúsculos, aprovechando su privilegiada ubicación.
Y si como parte del futbol, aunque marginal, por lo que contemplan habilitar una cancha portátil, con tribunas, como empezó el 3 de Marzo, en uno de los anexos para priorizar el show que deja más dinero y que nadie pensó que sucedería.
Entonces, puede resultar viable comprar el Atlas, y quedarse con él, como era el sueño de algunos fundadores de la Universidad Autónoma de Guadalajara, que eran rojinegros, antes de ser Tecos caso de Don Antonio Leaño Alvarez del Castillo o Gregorio González Cabral, QEPD.
Pero los nuevos directivos se mueven en dirección diferente: Un negocio bien llevado, sin afectar la tradición, el sabor rojinegro, sería una inversión no tan enorme como lo demanda el futbol actual, puede ser rentable.
Y tendrían las canteras de los formadores de Tecos, y del propio Atlas, además de identificarse con la forma de ver el futbol: Con pasión acendrada, antes que nada.
Tecos llegó a tener un presidente de la FMEXFUT, con el Ing. Juan José Leaño, pero su ascenso se ganó por deporte en la cancha, su campeonato único, y su descenso, en un duelazo que decidió la suerte en el Jalisco, ante los Leones Negros, en que jugaron todo y perdieron y no hubo ningún conato de violencia. Saben competir y tienen fama de ser serios en el negocio.
Tecos tiene una historia de jugar limpio y sus trampas deportivas no pasaron de apagar la luz en algún partido apurado, como quién dice nada. Y sus compras y ventas deportivas no terminaron en litigios o en escándalos, siempre pagaron a tiempo.
Por tanto, de resultarles interesante más con algún respaldo de terrenos rojinegros, si pueden atreverse a soltar el billete. Al parecer Orlegi, no quiere separarse de todo.
EL FUTBOL MEXICANO SERA TODO, MENOS MEXICANO.
Los meses pasan y nada ocurre con la compra, solamente especulaciones. Pero está pasando algo real, el futbol mexicano pasa a manos extranjeras, no solo con jugadores y técnicos, sino como propietarios, efecto de tener un mundial en casa.
El Querétaro fue adquirido por MARC SPIEGEL, por medio de un fondo de inversión, esta el caso de la inversión en que destaca Eva Longoria, con otras estrellas de Hollywood, el NECAXA, pero los texanos petroleros, los Oilers, metieron dinero en el Club Juárez, era lógico por sus nexos de compra de gas, y entrará CAPITAL ESPAÑOL, como en los tiempos del Atlético Español, al ATLETICO DE SAN LUIS.
Pero la historia no acaba ahí, de hecho regreso el proyecto Apollo de Nueva York, que buscará hacer una nueva oferta dado que rechazaron los 1.6 millones de dólares propuestos, pero ahora busca un nuevo formato atractivo para todos los equipos. De hecho será una neoyorquización del futbol mexicano si se acepta.
Por ello es encomiable impulsar, apoyar el capital nativo que compre al Atlas, porque de menos puede ser alguien de aquí. Pero ojo, el que llegue capital extranjero no quiere decir que el futbol mexicano se pierda – es una analogía con el tema de la soberanía y los recursos naturales que tanto impacta en México sobre todo el gobierno- por una razón simple: El futbol es mexicano, para el público mexicano, se da en el entorno de leyes mexicanas y está dirigido a unos 100 millones de aficionados. Y no puede ser otra cosa que futbol mexicano.
Pero no son todos: Hay instituciones superiores, sociedades mercantiles que se interesan en invertir en deporte profesional, pero la condición es que sea en su tierra, con colores locales y su propia narrativa, eso es lo ha dificultado la venta del Atlas. El Tec de Monterrey, por ejemplo puede ser uno de ellos, pero están vinculados con los Rayados y con una gran estructura deportiva que descolla con el futbol americano que tendrá puertas abiertas a la exportación de talentos para colegial y NFL, porque los necesita de todas partes del mundo. La UANL sigue con sus Tigres, UNAM con sus Pumas, no se ve tanto recurso en las unis públicas para andar comprando.
Lo comprará quién lo vea fríamente, número a número para constituir más álla de los intereses de origen deportivo, una empresa sólida, respetuosa de la tradición. Aquí entra un tipo llamado Enrique Alfaro, con posibilidades de adquisición, aunque apunte a las Chivas, por su millonario capital sembrado en montones de torres de departamentos que le dejó el sexenio pasado. Puede adquirirlo y es parte de nuestra realidad.
Lo cierto es que está en venta, pero no se han divulgado condiciones, ni limitaciones. Es como deseo vender, pero que no me compren, y finalmente aquí llega el Canelo.
El Canelo puede ser creíble, justificable como directivo, una vez que su conglomerado empresarial ha adoptado y comprendido el modelo americano. Incluso solamente requiere parecer el dueño, no necesariamente serlo. Pero si entra, será para llevarse una gran rebanada del pastel, como socio y nada será gratis a cambio de ponerse la camiseta y hacer show.
No digo que de prestanombres, sino de una forma de asociación que permita sacarle jugo a su nombre, imagen y de paso sacudirse la obligación de no tener dos equipos en la misma liga y categoría lo que necesita Orlegi. Pero el Canelo, tiene un buen conglomerado de abogados binacionales, que lo saben defender y colocar en posición mínimo de ventaja.
Si el Atlas accede, puede ser la carta definitiva, aunque Orlegi, se quedaría con algo más que lo parecerá su salida, todo en la legalidad, pero con astucia.
Pero de momento tiene un contrato de 400 millones de dólares el Canelo, que lo liga con Riahd y por lo menos una o dos peleas adicionales que les pueden representar más de que le cuesta el Atlas. Si a las figuras de Hollywood, les ha resultado como a Eva Longoria, ser propietaria del Necaxa, el mismo caso demanda al Canelo.
Principalmente seguirá con la cabeza en el box, los especialistas vigilarán sus intereses y Orlegi, seguirá siendo dueño, directivo como tal, si esto sucede, pero si manejará el negocio y dará cuentas y todos ganan.
O la sociedad con Alfaro, Michel, Eduardo y Cheto y otros Leaños, también metido en lo inmobiliario, una de las bases de su gran prosperidad, pueden resultar interesantes o incluso un fideicomiso con sociedad abierta a quiénes puedan y acepten las condiciones otra forma de manejar un club, que de tener las personas ideales, puede ser una mina de oro.
La condición es que el Atlas siga siendo lo que es, sólo con éxito deportivo y administrativo, pero no puede dejar de ser sin personalidad y tradición, no vale nada y en cierta forma es lo que se compra y es un valor subjetivo, pero importante.Hagan sus ofertas, señores.
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