Por Carlos Ramírez
Muy en el tono del lenguaje oficial que considera al PRI como una de las instituciones que construyeron el México… priista, el fraseo del documental de la conductora de Televisa Denise Maerker no cumplió su propósito de intentar una exploración sobre lo que representó para México el fenómeno PRI y los cinco capítulos de su programa en la plataforma Vix –aledaña a televisa– solo sirvió para marcar el regreso a la política nacional del expresidente Carlos Salinas de Gortari después de su largo exilio forzado de 30 años.
Después de revisar los cinco capítulos de prácticamente una hora cada uno, la conclusión política de ese programa de contenido político fue la percepción de que la televisión privada sigue sin entender la lógica del régimen y se mueve por arquetipos de sobra conocidos que hace mucho fueron desvirtuados por la realidad y sobre todo por la academia politológica. Y al final, en su versión televisiva,sería un programa seriado que bien podría llamarse, jugando con el modo Televisa de su la realidad, “Los priistas también lloran”.
La serie comienza con lo que denomina “La fisura1975-1982”, pero los hechos se presentan como si de pronto cayeran del cielo y la revisión histórica del sistema/régimen/Estado/Constitución se resume como si fueran estampitas de esas en las viejas escuelas de primaria a los niños nos obligaban a revisar para eludir la dialéctica de la historia. En una frase, la responsable Maerker dice, no sin nostalgia una frase que el priismo oficialista ha repetido hasta la saciedad. “Nacido de la revolución, El PRI construyó las instituciones que dieron estabilidad y paz social a México”. Y sobre esa frase, Maerker construye todo su edificio narrativo, de imagen, político y politológico y por ello la serie de programas navega en la nostalgia por ese PRI ya no existe.
El eje narrativo que le da contenido político, histórico e ideológico al programa es la intervención del expresidente Salinas de Gortari (1988-1994), pero la narrativa de la directora del documental elude justamente el hecho político que marcó el fin del PRI: el discurso de Salinas de Gortari el 4 de marzo de 1992 para decretar el fin del PRI como el partido del proyecto nacional de la Revolución Mexicana,para borrar el concepto de Revolución Mexicana de los documentos básicos del PRI, para meter como lema y discurso ideológico el liberalismo social que no fue otro que el rostro falso para esconder el neoliberalismo económico del capitalismo y para iniciar un nuevo ciclo con lo que sería la candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Estos hechos no aparecen en el documental y son los que fijan cualquier intento de análisis serio sobre lo que pudiera considerarse el fin del PRI, y desde luego que en el documental tampoco establece con claridad el eje central de los programas, porque el PRI sigue vivo hasta la fecha y todo indica que pudiera estarse asistiendo a un fenómenopolítico histórico, citando la referencia hecha por Fidel Velázquez, el pilar central del viejo PRI: “el PRI no es inmortal, pero es inmorible”.
La periodización del documental de Maerker es oficialista: la ruptura no explicada sino apenas invocada del destape de José López Portillo a la nominación de Miguel de la Madrid Hurtado, tomando en cuenta la declaración sincerade López Portillo en 1992 a la revista Proceso de que “fue el último presidente de la Revolución Mexicana”, pero en ningún momento se establece la fractura ideológica de Echeverría a López Portillo y la continuidad de López Portillo a Miguel de la Madrid, y menos se menciona una caracterización politológica que es la que define el fin del viejo PRI: el neoliberalismo de mercado que liquidó al Estado de la Revolución Mexicana.
El documental de Maerker se basa en la periodización demasiado común de divisiones sexenales, pero se queda solo en el perfil de los nominados precandidatos: noprofundiza en las razones de la continuidad de De la Madrid a Salinas de Gortari, la continuidad/ruptura de Salinas de Gortari a Zedillo, se va con la finta de que Zedillo fue el gran reformador porque respetó las elecciones y no exploró la decisión de Zedillo de mandar el PRI a la derrota porque el partido no lo permitió poner a uno de sus preferidos para la candidatura presidencial Guillermo Ortiz Martínez o José Ángel Gurría Treviño, el sexenio de Peña y la salida del PAN de la Presidencia pasa de noche y apastilla el fin del PRI en los casos de Ayotzinapa y la Casa Blanca y no en el fracaso del proyecto PRIANREDE que fue estimulado, por cierto, por Salinas de Gortari.
Lo que queda del documental es la imagen y discurso de quien aparece como el verdadero narrador del fin del PRI, el expresidente Salinas de Gortari, pero por razones obvias excluyó que el agotamiento del PRI como el partido histórico de México 1929-2018 no se debió en las frivolidad,ni a la corrupción, ni a la crisis económica, sino a la gran traición histórica del PRI y su estructura ideológica del proyecto histórico de la Revolución Mexicana que decretóSalinas de Gortari en su discurso de marzo de 1982 y a la abrogación de los artículos constitucionales del Ejido, la iglesia y el Estado que eran la esencia del PRI.
La conclusión del documental es obvia: Salinas de Gortari está de regreso a la gran carpa de la política
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Política para dummies: la política es de quien la sabe trabajar para su santo.
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