Iván García Medina
¡Noo bueno! Sonoras, pero sonoras carcajadas despertó en la clase política jalisciense la designación que el gobernador Aristóteles Sandoval hizo del presidente municipal con licencia de Zapotlán El Grande –¡perdió su municipio ante MC!- José Luis Orozco Sánchez, como el próximo coordinador de la pequeñísima bancada príista jalisciense en la Cámara de Diputados.
Bueno, el nombramiento es tan pero tan intrascendente, que ni siquiera una nota mereció en ningún diario local. Solamente Milenio, por no dejar, comentó esto hoy en la columna La Tremenda Corte: “Y siguen los premios (sic) a las derrotas, pues ayer fue nombrado como pastor del rebaño tricolor jalisciense en San Lázaro, ni más ni menos que José Luis Orozco Sánchez Aldana, diputado federal electo y presidente municipal con licencia de Zapotlán el Grande, municipio que (sic) no pudo mantener para su partido y entregará al partido Movimiento Ciudadano, pues la silla en la que despachó hasta antes de irse en pos del hueso federal, ahora será ocupada por el ex panista, hoy anaranjado, Alberto Esquer”.
Bueno, el gobernador amateur allí tenía a otras opciones como Javier Santillán Oseguera, pero no lo quiso; tuvo a Rafael Yerena, pero tampoco lo quiso, ambos con una trayectoria de respeto y conocimiento entre la clase política nacional.
Ya se sabe que tanto Santillán como Yerena van a tener juego nacional desde el CEN, pero el tamaño de las carcajadas de priistas, panistas, udegeistas, empresarios, es fenomenal.
Haga usted de cuenta que José Luis Orozco será el Bebeto guzmanense del PRI, pero sin ser gobernador y sin ser secretario de Estado.
¡Qué pequeño está haciendo el gobernador al PRI de Jalisco! Y ¡qué chiquita está haciendo su figura el gobernador!
¡Pufffff!
