Iván García Medina
Luego que la jueza Aurora Graciela Anguiano Quijada, que estaba adscrita a Tlajomulco fue removida y transferida a Ahualulco, por invadir increíblemente esfera federal dando posesión al ejido de El Zapote del estacionamiento concesionado al Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), los jueces porkys del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco empezaron por litigar ¡en periódicos! “su derecho a abusar” del cargo y exigen con amenazas veladas que no los toquen ni los miren. Solo permiten aplausos.
En el colmo de la corrupción, un grupo de 27 jueces armaron un bloque de presión y pagaron hoy un desplegado en la página 9 del periódico El Informador, que es un monumento al descaro y al cinismo, hablan de leyes, de Estado de Derecho, de moral, de ética, de respeto y de todas aquellas cosas buenas que existen en el mundo.
Sí, entre los firmantes está “El Paros” Alfonso Partida Caballero juez egresado de los grupos de choque de la Universidad de Guadalajara y la señorita o señora jueza de Ahualulco Aurora Graciela Anguiano, sobre quien pesa una indagatoria federal por su sorprendente acto de invadir esferas jurisdiccionales cuando estaba en Tlajomulco, hecho que de inmediato fue revertido por un juez federal.
Leamos parte del famoso desplegado para que usted vea cómo evoluciona “el derecho humano a la corrupción” que defienden los jueces pillos y chicaneros de Jalisco: “Rechazamos categóricamente (sic), cualquier medida de presión (sic), chantaje (sic) o extorsión (sic), que busque normar (sic) nuestro criterio (sic) legal (¡), violar (sic) nuestra libertad (sic) de jurisdicción, y que atentan contra los valores de la justicia (je), como son la autonomía e independencia.
“Nos pronunciamos por que se respete nuestra libertad de jurisdicción y cesen las presiones internas y externas (sic) para resolver en contra de nuestra libre conciencia (je).
“Exhortamos a el Pleno del Consejo de la Judicatura para que se conduzca con total apego a la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Jalisco y a los principios rectores de la administración de justicia y cesen (sic) las decisiones administrativas que carecen de fundamentación y motivación, elementos esenciales para el debido proceso.
“Exigimos que cese la persecución (sic) en contra de compañeras y compañeros jueces, y solicitamos que en adelante, todo cambio de adscripción o cese, sea discutido (sic) y votado de cara a la sociedad, previo dictamen de la comisión respectiva, solo así la comunidad jurídica y los ciudadanos de Jalisco, tendrán la seguridad de que el sistema judicial del estado, opera con independencia e imparcialidad”.
Ajá, el 29 de abril del 2015, Diego Petersen tituló su columna de El Informador “Los paros del Paros y otras desventuras” y vean cómo con cuatro palabras colocadas entre guiones retratan a este juez puro, santo y chicanero: “No es que pensemos mal, pero si el consejero de la judicatura, Alfonso Partida Caballero, alias el Paros (el apodo es inmejorable) dice que…”.
Bueno, pues argumentando irregularidades, se quejan de eso, pretenden seguir ejerciendo con impunidad para favorecer al mejor postor en lugar de aplicar la ley. Bien por el presidente del Supremo Tribunal de Justicia Ricardo Suro, que parece querer devolver poco a poco el decoro al Poder Judicial. Aunque ya lo empiezan a amenazar los que se dicen amenazados.
