Violando la ley, al estilo Jalisco se prepara la designación de Vicente Viveros en un órgano totalmente ciudadano y convertirlo en otra cueva más de la corrupción en un órgano que es para combatirlo.
A pesar de las fuertes acusaciones de corrupción que pesan de este funcionario.
La decisión de Enrique Ibarra Pedroza, Secretario General de Gobierno, no parte de pensar con la cabeza, pareciera más bien una decisión política horizontal y transversal que proteja las irregularidades que se han dado y por lo visto seguirán en este sexenio de la voracidad y la corrupción galopante del alfarismo y de Movimiento Ciudadano.
Lo penoso del asunto es que ese sitio debe ser ocupado por ciudadanos libres, y Vicente Viveros es un burócrata que cobra en la Secretaría de gobierno de Jalisco.
Según los recibos que aparecen en transparencia que obran en poder de Expedientes Afondo, por lo tanto será una irregularidad grave, reitero, que se violente la esencia de ese organismo, que busca que sus miembros sean ciudadanos y no funcionarios.
Por otro lado, el CPS que tutela Lucía Almaraz que en teoría debe combatir las irregularidades, guarda silencio y con ello las impulsa.
Mientras, Vicente Viveros ya cabildea con quienes deciden para ser nombrado mañana o en breves días como integrante en el Sistema Estatal Anticorrupción.
Vaya, esa es la Refundación de Jalisco.
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