El secretario de hacienda del gobierno de Andrés Manuel López Obrador renunció esta mañana de martes a su cargo, y lo hizo en un tono áspero, atípico, que evidencia mucha inconformidad y nuevos tiempos. Cuando al presidente Gustavo Díaz Ordaz el tapatío secretario de Educación Agustín Yáñez le quiso entregar su carta de renuncia tras los sucesos del 68, le insultó y le dejó muy claro que a él como titular del Ejecutivo ningún descendiente de… le renunciaba.
Así son los cambios ahora. Los que puso de moda Germán Martínez Cázares cuando dejó la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social el 21 de mayo. Ahí establecía que no sería florero de nadie.
Hoy 9 de julio de 2019 Carlos Urzúa dijo en una carta que “discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda…
“…Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.
Quizá se refiera al Jefe de Gabinete Alfonso Romo, que habría propuesto funcionarios en Aduanas y en el SAT, y eso lo tiene que aclarar.