Como va
Todo un candil de la calle y oscuridad en su casa resultó el alcalde tapatío Ismael del “Todo” que se puso a responder a las preguntas de los hábiles reporteros de El Occidental sobre la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda, y muy presuroso, metiche, torpe, abordó despreocupadamente el tema, como si fuera el senador presidente de la Comisión de Hacienda. Lo mismo hicieron los también cándidos y párvulos diputados del Congreso del Estado.
Ismael del Toro no habló de servicios públicos municipales, de la inseguridad, de los robos a transeúntes, de las calles llenas de baches, del pésimo transporte público, de la falta de obras públicas, no, habló de política nacional, como si el presidente Andrés Manuel López Obrador estuviera sentado esperando a oír su disertación y dijo: “Es de preocupar (¡aaahhhh!) la renuncia del quien fuera el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, sobre todo por los argumentos (sic) que da en su carta, pero hay plena confianza de que la economía y los proyectos para Guadalajara (no hay uno solo federal para Jalisco, menos para Guadalajara) no tendrán efectos negativos aseguró el presidente municipal, Ismael del Toro Castro”.
“Preocupa (sic) que uno de los titulares de la cartera federal más importantes renuncie y renuncie con esos argumentos (se tomaron decisiones de política pública sin el suficiente sustento y la imposición de funcionarios sin conocimientos de Hacienda Pública sólo por el hecho del influyentismo) pero en realidad (¡pufff!) creo que los acuerdos que se han tomado para efectos del proyecto han sido para el presidente de la República”.
Lo que me sorprende -aunque respeto la libertad de expresión-, es que el presidente municipal cree que los que habitamos esta ciudad estamos tontos, primero porque en su gris gabinete muchos no reúnen un perfil idóneo –casi apuesto a que usted no conoce a ninguno de sus colaboradores-, son recomendados, les incrustaron segundos y terceros, y por lo tanto no se escapa del influyentismo, amiguismo. Él mismo ha sido impuesto por el gobernador Enrique Alfaro. Pero además hay que aclarar al ‘brillante’ alcalde que el Presidente de la República puede nombrar y puede mover a quien sea de sus funcionarios, es una de sus facultades en esa esfera nacional, en la que nada tiene que hacer.
Nada más eso faltaba, que “se preocupara”, que viniera a meterse en temas que no le incumben, mientras la perla tapatía, brilla por la nula respuesta a las demandas ciudadanas.
Por otro lado, también fueron entrevistados los flamantes diputados locales que respondieron al Occidental.
¡Noooo buenoooo!, Aquí cada quién anda metido en todo, menos atendiendo su propia casa habiendo tantos problemas por resolver. Quizá valga la pena que Ismael del Toro compita por un distrito de Guadalajara –a ver si es cierto-, se vaya a hacer política nacional y mejor se traigan acá a Clemente Castañeda o a Tonatiuh Bravo Padilla. Y los diputados locales pueden descansar: el presidente de la República ya debe haberse enterado de sus sesudos planteamientos de oooootra esfera de gobierno.
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