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Gabriel Torres Espinoza Parlamento

Cinco hombres, para evaluar a 21 mujeres


Gabriel Torres Espinoza

La Paridad de Género, se define como “el principio que se utiliza para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a cargos de representación política”. Es un criterio estipulado en la Ley para asegurar la participación igualitaria (Artículos: 4, 35 y 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.). Señala el INE que “las cuotas de género son un concepto fundamental para la vida política y democrática de nuestro país, ya que buscan la PARIDAD POLÍTICA entre los géneros. Con estas cuotas se pretende producir un cambio cultural para evitar el predominio de un solo género en la esfera política”.

La lucha por la igualdad en la participación política de las mujeres, resulta el avance democrático más importante del siglo XXI. Representa la mayor evolución en términos de igualdad y justicia social, respecto de lo que en su momento representó, incluso, el movimiento obrero. El ‘paritarismo’ es una promesa de igualdad, precisamente porque la desigualdad tiene rostro de mujer.

La directora del Centro de Estudios de Género, Susana Gabriela Muñiz Moreno, subrayó lo “turbio” del proceso, que el Congreso del Estado de Jalisco ha definido, para la elección de la comisionada presidenta y comisionada suplente presidenta del Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Jalisco (ITEI). En una legislatura que históricamente registra predominancia de mujeres diputadas; en medio de una convocatoria que se hizo, exclusivamente para mujeres, justamente como un mecanismo de acción afirmativa; el Congreso del Estado de Jalisco optó por designar a ¡cinco hombres! para ser los que valoraran las competencias de las 21 aspirantes mujeres que se presentaron al proceso de selección.

Con exactitud denuncia la doctora Muñiz Moreno: “cinco hombres escogidos a discreción, para designar también a discreción el futuro de 21 mujeres que aspiran a que, por sus propios méritos, sean designadas como comisionada presidenta y comisionada suplente presidenta del ITEI”. “Uno esperaría ver hombres y mujeres en igual proporción (en paridad) en todos los espacios” … “Resulta perturbador que el Congreso del Estado, además de diseñar procesos a modo y de ignorar las propias recomendaciones del Consejo Consultivo del ITEI, haya tenido la ceguera de nombrar a puros hombres para ser ellos quienes valoren a las aspirantes” … “Preocupa que el Congreso se ha brincado la ley, para encargar a un puño de hombres, la evaluación de las 21 mujeres aspirantes. En un proceso que ha abierto más la puerta a la discrecionalidad, en lugar de cerrarla. Este tipo de evaluaciones constituye un elemento más de discriminación contra las mujeres, y aumenta la discrecionalidad en el proceso, incluso, por encima de un examen general de conocimientos, que era el instrumento que detalla la ley, y que fue mermado con otros dos criterios discrecionales”.

Recordó la directora del Centro de Estudios de Género que “hay mucha literatura sobre los paneles, claustros, consejos o jurados conformados exclusivamente por hombres. Ha sido una gran batalla de las mujeres buscar que se garantice su participación en espacios de autoridad, incluyendo específicamente ¡los espacios de autoridad del conocimiento!”. “Precisamente por ello, es que el propio legislador federal ha recurrido a el establecimiento de cuotas y de acciones afirmativas, por discriminación positiva”.

La doctora Gabriela Muñiz Moreno concluye que “lo paradójico de este turbio proceso, es que a la hora de conformar este jurado de ‘expertos’, el Congreso NO pudo encontrar a una mujer para conformar esa comisión evaluadora”, concluye. Ni siquiera en una convocatoria exclusivamente para mujeres, en una legislatura que ostenta por primera vez la predominancia de mujeres en el cargo de legisladoras, los diputados y diputadas fueron competentes para buscar a mujeres expertas (que las hay y muchas), para integrar, en paridad, a esa comisión de evaluadores, que finalmente fue -exclusivamente- para cinco hombres.

El Congreso de Jalisco llegó al absurdo de autorizar a cinco hombres, la evaluación de 21 mujeres aspirantes que, en la mayoría de los casos, tienen más currículum -y conocimientos-, que los hombres que las evaluaron.

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