Por Manuel Gutiérrez
Aparentes pequeñas decisiones, aparentes actos de continuidad del criterio aplicado en el sexenio pasado,obligaciones por el daño fiscal que sufre el gobierno, tendrán la consecuencia de ser una garrotiza a la economía mexicana, a la que Claudia Sheinbaum, no se toma la molestia de observar, para evitar daños o corregir fallas.
Simplemente sigue con la inercia del nefasto sexenio que la precedió, para conservar el error como política propia, sin que nadie al parecer sea capaz de advertírselo, porque si lo hacen y persiste, entonces no tiene perdón de Dios o de lo ella tenga como deidad y es causante del daño a México.
ADIOS CRUCEROS.
La medida es simple y al parecer sin consecuencia, incluso como que consideraron que pasará inadvertida, casi como quitarle un pelo a un gato. Se trata que cada turista que llegue a un puerto nacional, controlado por la Marina o Ejército Mexicano, pagará 852 pesos por cada turista que pretenda desembarcar en alguno de los puertos turísticos de México.
Esta medida se hace de manera unilateral por el nuevo gobierno federal, que sin dar tiempo aplica la nueva medida. Los puertos mexicanos serán 213% más caros que todos los puertos de la competencia en el Mar Caribe, lo que colocará la preferencia de los usuarios de cruceros marítimos en otros destinos, no en México, y la oferta abunda y los incentivos también pero no con los mexicanos.
Esta medida fue recibida con desagrado por la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) dado que planifican y venden los paseos y los destinos de manera anticipada, luego se ven obligados a apechugar con los gastos inesperados o en su caso, transmitirlos a los contratantes que no consideran que el responsable es el gobierno de México, sino que piensan en falta de seriedad de la naviera. Los turistas entonces comienzan a preferir otros destinos en que rinda más su dinero.
La medida aparentemente benéfica, aplicada por la nueva administración de Claudia Sheinbaum, no provocó reacción alguna del florero llamado Josefina Rodríguez Zamora, que suplió al tristemente célebre por negativo en sus políticas en el sector, pero muy servil a las órdenes del presidente López, Miguel Torruco en el Turismo Federal, siendo premiado con la obediencia hasta incluirlo en el Tren Maya que por cierto en lugar dar pasos exclusivos a la fauna silvestre como prometieron, mejor contratan cazadores para que den cuenta de los animales, entre los cuales están los jaguares, por medio de exterminio con armas de fuego. Así de ecologista es el país que fue a presumir en Brasil, “sembrando vida” a los mandatarios poderosos pese a la destrucción de cenotes y selva en las entidades del tren maya militar. Pero ella podría corregir esos errores, pero no puede ser presidenta, sin anuencia del señor de Palenque.
México perderá potencialmente 10 millones de visitantes que no pagaran los 852 pesos cada uno por derecho de desembarco en México. Si sumamos a la imagen internacional de falta de seguridad, la desaparición del Consejo de Fomento Turístico Internacional, que mantenía activa la venta del turismo mexicano en ferias internacionales, y en eventos de gran calado, la nueva administración, muestra que le vale un pepino el incrementar los visitantes a México. Mejor se mantendrá con el turismo nacional que no aporta divisas, en una visión ranchera de la industria sin chimineas que está por los suelos.
Pese a que el turismo sigue generando divisas a México en mayor cantidad que su sector petrolero, en eterna quiebra, pero la falta de recursos se deja sentir en el gobierno federal, que impugna con la recaudación una carencia de ingresos, sin considerar que la ausencia de visitantes de cruceros pegará directamente a los vendedores de servicios en los puertos, los centros turísticos, restaurantes, y zonas de ventas de artesanías, por mencionar algunos, lo que propiciará bajas en el índice de empleo.
El turismo de la 4T está siendo pensado en el turismo nacional, sin considerar que otros países nivelan su balanza, con los ingresos que pagan los extranjeros, pero en un marco inadecuado, con un país en señalamientos de peligroso, con una contracción de la inversión y nula promoción del sector, fuera de México, se cercena la veta de ingresos de gran importancia, que optarán por otros destinos.
Otros países realizan esos incrementos, pero anticipadamente notifican el propósito, con hasta 3 años de anticipación, de esta manera la industria naviera-turística se ajusta a los planes y precios de venta de sus servicios.
También como tarea a revisar, queda que asistencias, servicios, y ventajas otorga el Sectur, a los extranjeros, así como la infraestructura de nuestros puertos que deja mucho que desear, por su abandono y deterioro, es decir optaremos por pesos, dejando ir los dólares y euros, esta promoción no existe para atraer turismo internacional.
Puerto Vallarta, Mazatlán –antes de la guerra de los chapos-mayos- Huatulco, Veracruz, y Acapulco, se basan en el turismo nacional. ¿Por qué dejar ir las divisas extranjeras por incompetencia, improvisación y supeditación de la política turística a las políticas económicas nacionales que lo perjudican?
LOS VAPEADORES. OTRO ERROR
Sin meditarlo con una perspectiva realista y económica, el afán negativo de la administración populista anterior emprendió una cruzada contra el uso y producción de los vapeadores, que calientan agua, le añaden nicotina y otros aditivos, para convertirse en un producto de consumo como una variante del tabaquismo. Malo, pero existe y es preferencia de muchos, incluso un derecho individual.
Definitivamente, no es recomendable que no se regule este tipo de producto, como el mismo cigarrillo, penalizado en más del 200 % en el precio final al consumidor, porque se maneja el criterio de sancionar una práctica, que sin embargo tiene que ver con la buena marcha de la economía.
La prohibición en México de los vapeadores aunque precisaron cigarrillos electrónicos, estableció una pauta de total rechazo de esas prácticas incluso adoptadas por jóvenes. Con la prohibición, se siguió el viejo camino de la lucha contra el alcohol en los Estados Unidos, cuyas consecuencias no han sido aprendidas por el gobierno federal, que al prohibirlo como delito federal, lo hicieron clandestino, más caro, y generaron un contexto delictivo de gran violencia y dinero sucio, por prohibir el consumo, un puritanismo que fracasó.
Sin duda, la postura del gobierno mexicano podría bajo criterios simples, parecer un acierto. Pero todos sabemos que NO VAN A DESAPARECER. Que serán más buscados, más cotizados y mejores ingresos del crimen organizado, los jóvenes y los adictos, no dejarán de conseguirlos.
Este absurdo fue vivido durante el proteccionismo económico del desarrollo estabilizador dentro de la era del PRI del pasado. Su proteccionismo a las marcas nacionales de tabaco, generaron un gran consumo de contrabando, de marcas como el Marlboro, Mapleton, Winston, Camel y otros, incluso marcas británicas y en menor medida francesas, todo eso era conseguido en todas partes, y consumido por los jóvenes.
Entonces, prohibir es una manera de elevar la cotización de algo que se torna más atractivo, caro, peligroso. Y una vertiente así de ingresos será promovida por el Crimen Organizado. La intención por criterios de salud, de evitar el uso de vapeadores, terminará en el lado oscuro.
Un país de políticas económicas improvisadas. Resulta que Phillip Morris, está ubicado con una gran planta en Jalisco, para ser exactos en Zapopan. Y ellos iban a invertir para tener una planta para abastecer y exportar vapeadores, sus aditivos y accesorios, lo que iba a detonar empleos e inversión extranjera.
Era preferible que el solicitante lo pudiera conseguir de manera legal, regulada por la edad, advertido –como lo hacen en las cajetillas de cigarros con feas imágenes que son inútiles- y expedido en lugar controlados, que pagarían impuestos, pero no se optó por la solución de prohibir.
Pablo Lemus, el nuevo gobernador de Jalisco, que esperaba esa inversión, la verá irse a otro destino en Latinoamérica o en Asia.
Pero seguiremos viendo vapeadores, que ahora tendrán el morboso sello, de ser una adicción exclusiva, y poco controlada y que ni siquiera genera impuestos para poder destinarlos al raquítico sector salud nacional, al que le redujeron casi 9 mil millones de pesos de presupuesto.
Italia y España, en cambio hacen fabricación de los vapeadores, los hacen y los venden, pero regulan el consumo. No emiten humo, sino vapor de agua con el aditivo nicotínico, sin el olor y el humo que han sido erradicados de todos los lugares públicos.
Pudo ser incluso un sustituto menos nocivo que el cigarrillo, pero el presidente López Obrador, de Palenque, los odiaba y en ese sentido el Poder Legislativo no tuvo empacho en cumplir las consignas de tufo puritano.
La gran fábrica de vapeadores del Zapopan, será en otra parte del mundo. Los jóvenes vapeadores no cederán, sino que serán contribuyentes del lado oscuro, nuevamente beneficiado por la cerrazón del criterio y la inercia de la continuidad que marca el camino de la presidenta, que no cambia una coma del derrotero que le fijó su padrino y máximo impulsor, pero ojo, el secreto la prohibición del llamado cigarrillo electrónico, omite en su cuerpo legal, en forma explícita y total todos los vapeadores, lo que podrá generar entonces un monopolio con aprobación oficial para alguna marca.
Esa laguna incidental, es sospechosa…la falta de claridad es intención de corrupción, por las ventanas que abre y los sectores que puede favorecer.
Extraña forma de prohibir habrá que ver que nombres se relacionan con esa mina de oro, pero lo cierto es que es otra actividad que sin duda tomará a fondo el crimen organizadoque no paga impuestos ni recauda el iva. Sigue la política de un estado paternal en cierto sentido que promueve el aborto, pero quiere evitar que fumen, o que consuman cigarros electrónicos.
Lo cierto es que los fumadores y nicotino adictos, son grandes proveedores de recursos para el gobierno federal, a nivel fiscal, cuyo consumo dista mucho de disminuir: Según datos oficiales, en 2022, el 19.5% de la población adulta, fuma de los cuales un 4.6% son adolescentes.
México tiene 17.3 millones de consumidores de tabaco, 12.1 son varones y 5.2 son mujeres y el consumo aumenta en el sector juvenil de 12 a 17 años, estimándose que el tabaco tiene 4 mil substancias tóxicas, lo que causa adicción. El problema por tanto existe, pero era mejor recaudar ingresos, que optar por la solución prohibitiva, -atrévanse a hacerlo con el alcohol, una experiencia que sin duda, no fue aprendida en el manejo de la salud pública o de la finanzas nacionales-.
El tabaquismo aporta por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios Especiales, (IEPS) que suma al valor de cada cigarrillo un 160% de impuesto, y el iva específico de 35 centavos por cigarrillo. Estos recursos de ser canalizados a la Salud verdaderamente, y no desviados para tapar socavones financieros en las finanzas públicas, el cual se sugirió que fuese triplicado, lo que no prosperó, bajo lasestimaciones internacionales de desalentar el consumo.
La idea es salvar a unos 630 mil personas fumadoras de la adicción por esas medidas, pero ingreso puede reportar un 14% sobre una cifra de 42 mil millones de pesos, según datos del 2022, en el 2016 fueron por 38 mil millones de pesos, lo cuales debieron dirigirse en beneficio del sector salud.
Lo del cigarrillo eléctronico tiene sus cifras: 2.6 % de los adolescentes, reportan en consumo de este tipo de cigarrillo o vapeador. Un 1.5% de los adultos reportaron el uso del medio electrónico aplicado en la adicción, según las encuestas nacionales de salud.
Aún con los cuantiosos ingresos, el daño del tabaquismo rebasa las aportaciones que se obtienen por el fisco, para atender sus efectos. Pero cederle esa posibilidad de ingreso a sabe quiénes, en lugar del estado mexicano, resulta una incongruencia, pero seguro le tienen miedo decirle la verdad a la presidenta, sello de no escuchar otras verdades que no sean las del sello oficial.
Dado que admiramos a Dinamarca, país dicen ideal de vida de la 4T, aunque va más rumbo de Venezuela, Nicaragua o Cuba, este país impuso un impuesto de 300 coronas por tonelada de ganado porcino o vacuno, dado que los residuos resultan contaminantes difíciles de procesar. Es mejor en lugar de prohibir los chicharrones, optar por regular. Pero en Dinamarca los legisladores si leen las proposiciones, y señalaron que la ciencia no ha provisto medios para acreditar y registrar el volumen de contaminación, por lo que las coronas no serán aplicables.
Por lo menos, no votan a ciegas, sin saber y solo por obediencia al Poder Ejecutivo. Pero Dinamarca abrió un campo recaudatorio que falta todavía ser afinado, porque tienen un promedio de 5 vacas y 5 cerdos en ese país por habitante y lo consumen felizmente con alta calidad cárnica.
Pero en México acabarían con la Piedad, Michoacán, no hay que darles ideas, por semana surge una descabellada propuesta morenista, que resultan en ocasiones risibles, trágicas pero en todo caso, nocivas para la actividad económica y la presidenta, sigue sin arrancar.
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