Por Óscar Ábrego
Durante la entrega de los premios de la Coparmex, en el marco del Día del Empresario, el gobernador Enrique Alfaro llamó a ese sector a cerrar filas de frente al recorte de más de tres mil millones de pesos que padecería Jalisco en caso de ser aprobado el proyecto de presupuesto federal para el próximo año.
De modo textual dijo: “Estamos viendo cómo en el proyecto de presupuesto que fue enviado a la cámara (federal de diputados) hace unos días, a Jalisco le vuelven a castigar de manera muy dura. El año pasado nos quitaron 2 mil 500 millones de pesos; este año el recorte puede alcanzar, si estuviera el presupuesto aprobándose como se envió, representaría una reducción de 3 mil 500 millones de pesos, lo que pone en evidencia la necesidad que tenemos, primero, de cerrar filas entre todos para defender los intereses de nuestro Estado. No queremos pelear con el gobierno de la República, pero vamos a defender a Jalisco y vamos a defender sus intereses”.
Y aunque el mandatario aseguró que con independencia de lo que ocurra, no habrá pretextos para cumplir sus promesas de campaña, es pertinente hacer un apunte sobre el particular.
Antes que todo debemos preguntarnos si Alfaro Ramírez hace bien en lanzar un llamado para cerrar filas en torno a las necesidades presupuestales de la entidad; en lo personal, creo que sí. Sin embargo, alrededor de esta convocatoria hay cuestiones que deben tomarse en cuenta, en especial una, que si bien no se hará del conocimiento público en breve, todo indica que sí pesó al momento en que se revisó la proyección financiera para nuestro Estado.
Bajo la instrucción de abordar el tema con extremo sigilo, en la Secretaría de la Función Pública se analiza un pesado expediente que corresponde al programa denominado “A toda máquina”. Me confían que los primeros resultados de esta verificación, fueron comentados hace más de tres semanas al presidente, y a decir de algunos que conocen el tema de cerca, su reacción no fue la mejor. De hecho, en Palacio Nacional hay quienes sostienen que debido a este asunto es que López Obrador enfrió su relación con el ingeniero Enrique, al grado de que en la más reciente visita que éste hizo a la ciudad de México, no se le abrió espacio en la agenda de Andrés Manuel.
De confirmase esta versión, entonces estaríamos ante una grave sospecha que se desprende de la siguiente pregunta: ¿Es mera coincidencia que “A toda máquina” sea un contrato de más de 3 mil 634 millones, mientras que la posible reducción al presupuesto federal para Jalisco alcanzaría los 3 mil 500 millones de pesos? A mí no me lo parece.
Así las cosas, la federación le estaría mandando al gobierno anaranjado este mensaje: “el castigo presupuestal es directamente proporcional al tamaño del negociazo que hiciste”.
Si es verdad o no, lo sabremos con el tiempo.
1 comentario
Hay un adagio que dice amor con amor se paga..asi le pago el gobiermo federal su traicion.sniff..