Todo indica que el Poder Judicial de Jalisco, mantendrá su identidad como una cloaca de la corrupción y bajo el manejo del gobernador en turno. Hoy miércoles 18 de noviembre de 2020, Mural en su versión online, publica lo difícil del momento: “Van por magistraturas 126 aspirantes y Talamantes”.
“Competencia abierta. Las sorpresas aparecieron en el proceso de designación de nueve magistraturas vacantes, pues uno de los contendientes será el titular de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado, Adrián Talamantes Lobato.
“Tras el cierre de la convocatoria que realizó el Congreso del Estado registraron sus aspiraciones 127 personas.
“En total fueron 47 mujeres, para los cinco espacios exclusivos para ellas y 80 varones para cuatro sillas en el Palacio de Justicia.
“También se inscribieron 16 candidatos para el cargo disponible de consejero ciudadano integrante de la Judicatura.
“En las listas “brinca” el nombre de quien fuera el principal asesor legal del Gobernador Enrique Alfaro y ex presidente del Colegio de Notarios de Jalisco hasta 2018”.
Bueno, todo indica que la llamada Refundación de Jalisco del gobernador Enrique Alfaro Ramírez seguirá teniendo un pie en el “cuello” del Poder Judicial y tendrá un Magistrado más, se trata de Adrián Talamantes, quien además se desempeñaba como el consejero jurídico del Ejecutivo.
El 15 de noviembre en este medio publicamos lo siguiente: “Como Consejero Jurídico del Poder Ejecutivo del Estado Adrián Talamantes no solo no dio una, sino que causó enormes disgustos por sus consejos absurdos que luego fueron fallidos. Ahora los alfaroboes lo cesan de su actual cargo, lo expulsan de “su” paraíso, lo bajan de su mermada combi y para enlodar más el Poder Judicial de Jalisco, lo harán ¡magistrado del Supremo Tribunal de Justicia!”.
Aquí no hay duda de la intromisión del gobernador Enrique Alfaro en el Poder Judicial, y el mensaje que están enviando a los jaliscienses es que; mientras más corruptos y torpes sean los funcionarios, mayor es el premio. Adrián Talamantes quería ser secretario general de Gobierno, al menos, quería ser parte de la familia feliz pero cometió tanto yerro que mejor lo corrieron.
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