Una campaña cuesta arriba deberá enfrentar la morenista Laura Imelda Pérez Segura que contenderá por la presidencia municipal de Tlaquepaque y lo mismo sucede en Tlajomulco de Zúñiga, cuna del alfarismo en Jalisco.
En el primer caso Tlaquepaque, donde fueron excluidos de las planillas liderazgos importantes y en su lugar colocaron a personajes que poco o nulo favor le hacen.
En Tlaquepaque la elección pasada se definió por escasos 2,500 votos que favorecieron a Movimiento Ciudadano y para Morena en el actual proceso era literalmente pan comido, Laura Imelda Pérez Segura no cuenta con una estructura que le permita dar un gran resultado, solo cuenta con la marca Morena que veremos hasta dónde le dará.
En Tlajomulco de Zúñiga el caso es similar, pues la planilla que encabeza Lulú Barrera que no se duda de su capacidad pero sí que tenga una estructura y para colmo, trasciende que en los primeros lugares de su lista van gentes de su confianza, pero que realmente sirven a otros intereses y no precisamente de Morena.
Estas dos campañas son duda van directo al fracaso.
Al tiempo.
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