Óscar Ábrego
“El punto de quiebre, literalmente, fue la designación de Pablo Lemus, donde muchos nos dimos cuenta que ese proyecto no nos representaba, que ese proyecto no estaba centrado en la atención a la gente que nuestro movimiento representa, la gente que más le batalla en la ciudad, que se confirmaba que el partido se hacía elitista, ahí ya qué hacemos. A mí me hicieron invitaciones, pero no a este equipo y no para representar a la gente”.
Salvador Caro Cabrera
Conciencia Pública
(4 de febrero)
La encuesta de Mural de la semana pasada es, en sí misma, una mala señal para los estrategas del partido Movimiento Ciudadano y su candidato Pablo Lemus.
Para empezar, la muestra de sólo mil 5 entrevistas esdemasiado pequeña para un levantamient de alcance estatal.
Al respecto, consulté a dos expertos en la materia y me aseguran que la muestra es tan raquítica que no debería ser motivo de optimismo y festejo, como lo manifiestan en el bando naranja.
Pero por si el dato no fuera relevante, lo verdaderamente significativo –me dicen los especialistas– es que Claudia Delgadillo se ubica a una distancia (ocho puntos) muy remontable, ya que no ha iniciado de modo formal la campaña en la entidad y los patrocinios provenientes de la federación y de los varones del dinero que respaldan a Claudia Sheinbaum, aún no inciden aquí.
Estiman que menos de diez puntos es un trecho mínimo si se piensa que en marzo se dará el banderazo de salida.
Así pues, en realidad el entusiasmo está de lado de Morena.
Por eso propongo que seamos serios al momento de revisar éste y otros asuntos.
En esa tesitura, a continuación presento tres temas que colocan a Pablo en una posición de riesgo.
Primero, el destape de su candidatura por parte de Samuel García en medio de un convivio cervecero. Y segundo, en evidente estado de ebriedad –de nuevo en compañía del gobernador de Nuevo León en un partido de futbol-, mostrósu auténtico rostro, el de un cretino.
Es decir, Lemus Navarro además de cargar con el pesadodesgaste de Enrique Alfaro, ahora también tiene que lidiar con el hecho de que su abanderado presidencial ya se ganó la fama de borracho y fantoche.
El dueño de la franquicia va por lo suyo. Él busca salvarse y garantizar el provenir inmediato de su hijo Dante AlfonsoDelgado Morales, a quien registró en la primera fórmula para el Senado de la República por el estado de Veracruz.
Sabemos que desde hace meses la relación entre el gobernador y Delgado Rannauro se venía deteriorando a un punto de no retorno.
Quizás por ello en la lista plurinominal a la Cámara Federal de Diputados sólo fueron contemplados el jefe de gabinete Hugo Luna (el lugar dos), la diputada Claudia Salas (la tercera en el listado) y en el octavo sitio Pablo Vázquez.
A lo anterior agreguemos que mientras Claudia y Laura Haro podrán apalancarse de las propuestas y narrativa de sus candidatas, Pablo no tendrá nada qué presumir del suyo.
Y eso, en un proceso en el que están en juego Jalisco y el país, se convierte en una dificultad mayor.
Diversos estudios de opinión que circulan en MC y oficinas de gobierno exponen que en Guadalajara y Tlaquepaque, si hoy fuera la elección, la victoria sería para el morenismo.
De acuerdo a los documentos elaborados por firmas de prestigio local y nacional, las abanderadas del equipo naranjado (Verónica Delgadillo y Citlalli Amaya) no salen bien libradas ante el electorado en los citados municipios; y peor aún, esos mismos levantamientos revelan una información inquietante para la causa del ex presidente de la Coparmex local: en ambas comunas su ventaja sobre Delgadillo González se ha reducido casi por completo.
Ahora bien, si añadimos que un importante segmento del emecé se identifica con el sentir del ahora morenistaSalvador Caro, entonces -como ya lo he apuntado en este espacio- para lograr el triunfo, Pablo Lemus necesitará de algo muy parecido a lo que llamamos milagro.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista
político.
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