Por Mariana Navarro
Eres un zumbido; yo soy una libélula.
Todos conocemos los insectos.
Más nada es comparable a las abejas que producen miel, las libélulas con su etérea presencia, las luciérnagas con su brillo infinito que disipan las tinieblas de la noche, o las mariposas con su imperiosa metamorfosis, que nos narran la transformación del gusano que se arrastra en la tierra, para resurgir hacia los cielos y volar.
Las moscas 🪰 son meros y molestos zumbidos.
Por cada persona que habita el planeta, hay diecisiete millones de moscas.
Se alimentan de residuos, propagan enfermedades, muerden humanos y cazan libélulas.
A las moscas les irrita el resplandor de las luciérnagas. ¿Por qué una mosca no guarda silencio? Es solo un inmenso zumbido que hiere, vagando sin rumbo y tornándose más mosca.
A veces, las moscas son más tediosas que los mosquitos que, en las noches, no solo devoran tu sangre, sino también tus sueños.
¡Qué carga soportar a esos seres que ocupan tanto espacio en el tiempo, zumbando y zumbando en medio de tus noches!
Indignas y rapaces, las moscas y los mosquitos se alimentan de ti, te muerden con sus gustos vulgares y su zumbido constante.
Ojalá esas moscas evolucionen como todo ser natural; la libélula fue, y la luciérnaga también lo fue, y las mariposas y ahora son otros . ¿Cuál es el afán pues de las moscas de vivir en la acatanca y el estiércol?
He pagado el precio de intentar detenerlas.
Pero al mirarme en el espejo, mis alas no son de mosca.
Tienen más bien la esencia de las abejas y el brillo de las luciérnagas .
He instalado luces brillantes en mi existencia, y mi hogar se ha poblado de pájaros gigantes que las devorarán enteras.
Mi sabueso enorme está en la puerta, listo para perseguirlas sin menear la cola, como un perro que, sin ladrar, las atrapa.
Ya no me importa si fuimos o seremos.
Es más, no creo tener ya lazo alguno con ninguna mosca muerta o mosquito sediento de mi esencia .
Si es cierto , pudieron ser abejas y haber formado una bella catarina 🐞. Pero se les olvida porque las moscas zumban y los mosquitos pican y las catarinas son solo un bello eco de lo que pudo haber sido y no fue ; una mosca prefiere ser mosca y zumbar y un mosquito siempre beberá de tu sangre .
Es su naturaleza.
Soy yo más miel en gusto, y mis oídos no oyen más el aleteo de sus grotescas alas.
Me he vuelto inmune a su inmundicia, y mi sangre ya no es más que un hilo de agua fundada en ADN.
En el mundo de los insectos habrá también catarinas, libélulas, mariposas y abejas.
Y habremos de volar y brillar; mientras otros seguirán arrastrándose en el suelo, y algunos serán solo un zumbido, simplemente un zumbido en las voces del recuerdo.
Todos fuimos gusanos;
yo me he vuelto abeja , mariposa, libélula y luciérnaga:
transformada y resplandeciente, volaré más allá del alcance de cualquier zumbido mundano.
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Fragmento del libro 📕
Memorias de una mujer del
Siglo XXI de Mariana Navarro
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