Por Manuel Gutiérrez.
Lo grandes medios de difusión desempolvaron el expediente de ISIS y lo actualizaron, CNN elaboró una historia de los atentados de este grupo, y de forma muy completa de los factores que lo integraron y como llegó a darse el atentado contra Rusia. Hoy abunda lo que se había olvidado, todo rebosa ahora de información sobre ISIS pero buscaremos sintetizar lo ocurrido, no con simplezas, sino buscando la relación causa-efecto.
De inicio, debemos considerar que el atentado raspó a Putin, directamente. Había prometido que de ser electo por “n”ocasión, la seguridad sería su prioridad absoluta. Pero el impacto de la operación de ISIS le causó varios inconvenientes.
El primero, obligó a su Embajada a negar que recibió información clasificada de procedencia occidental, incluso estadounidense en que se preparaba un ataque terrorista, por lo que los sitios concurridos, eran por su blanda naturaleza, los puntos de máximo peligro.
Ahora, esto se niega oficialmente. Ya ofrecimos la versión del periodista Xavier Colas, en ese sentido. Pero tiene que negarlo, porque de alguna manera el FBS le tomó el pelo, es decir le dijeron que habían conjurado el peligro, que no lo había, que habían matado a los terroristas.
Segundo, la consecuencia del estado de guerra. Rusia por fin admite que está en guerra en Ucrania, pero la realidad es que está su mirada fija en ese punto. Su atención total, su fuerza militar de élite, todo está puesto en el esfuerzo de derrotar a las tropas defensoras, por lo que lo interior quedó expuesto, es decir, la calidad de la guardia de seguridad de Moscú, es de segunda división, con muchas improvisaciones.
Porque decir que esto no ocurre, lo mete en otro problema. Entonces, cabe la variable de que ISIS tuvo ayuda de funcionarios del gobierno de Moscú, que movieron armas, que circularon libremente en la ciudad más vigilada del mundo, equiparable en este momento a Tel Aviv.
Si Putin achaca a Ucrania el ataque de terroristas islámicos, no goza de credibilidad occidental, una vez que en repetidas ocasiones ha sido atrapado en mentiras –en México se dice con otros datos- por qué ni los organismos de izquierda, o simpatizantes de Putin, lo verán como una versión seria de los hechos.
La situación de guerra, hace imposible que acudan a forenses extranjeros, a instituciones de investigación científica avanzada, y menos aún a un intercambio de información que aún en guerra fría funcionaba como distensión, y favor por favor. (Quid pro quo) eso se perdió con la radicalización de Putin.
Putin presenta dos detenidos –evidentemente tumefactos- por la investigación científica que les aplicaron los neozaristas se encuentran “confesos plenamente” y hasta admiten que su plan de huida era por Ucrania.
Si un grupo buscara salir de Rusia, definitivamente ese camino en guerra, es peligroso, pero sin control total. Y no necesariamente hace suponer que fueran recibidos por Ucrania que ha buscado con tenacidad desmarcarse del atentado.
La intención de Putin es echar la culpa a Ucrania, motivar a nuevos reclutamientos, y al igual que los Estados Unidos, a lo largo de sus guerras, buscar una agresión “creíble” que facilite el patriotismo, y levante nuevas tropas a la par que justifique la guerra total en curso.
Pero la historia de Isis, es muy singular. Algunos mencionan que es derivación de Al Qaeda, y que hablan de Isis K, refiriéndose a la facción que tiene asiento en Afganistán, Irán y Siria, en lo la región se conoce como Korasan ( Jorasan, dicen los españoles).
Muchas instituciones de izquierda y simpatizantes de Moscú, en el colmo señalan que es un grupo creado por la CIA, como en universidades argentinas de izquierda.
Pero eso es falso, la causa es su naturaleza: Es un grupo religioso-militar en extremo tradicionalista, nacionalista hasta el punto más radical posible, es decir una cofradía medieval, que desea un regreso a las formas islámicas del pasado, con una estreches cultural impresionante, dado que son capaces de destruir monumentos, ruinas arqueológicas, sitios religiosos, aún milenarios por considerarlos ofensivosa su manera de ver su creencia así sean patrimonio de la humanidad o tesoros religiosos.
Ciertamente, el inicio de eso fue la causa mujahidin, es decir la guerra santa iniciado por los afganos luego de la llegada de los rusos,
La CIA les facilitó stingers, armas antitanques, y los armó con armas del mercado negro de procedencia soviética, siendo factible que muchos jerarcas rusos vendieran cartuchos y armas, a los guerreros santos, en aras de regresar a Moscú, bien forrados de dinero.
Pero algo comprobaron los contactos establecidos por KGB y CIA con ellos. Eran imposibles de dominar, de dirigir. Demasiado puros, de otra era, simplistas en extremo en convicciones, no pudieron venderles nada, ni capitalismo, ni socialismo, ni democracia, feminismo, ni cultura, educación, o música occidental o rusa.
El problema es que ambos poderes, Rusia y los Estados Unidos, decidieron exterminarlos en todas partes.
Afganistán no funcionó para nadie, peor para Rusia. Con la muerte de Osama Bin Laden, la idea pasó a Siria, en que Rusia intentó exterminarlos, incluso los Estados Unidos realizaron operaciones, bombardeos en Siria dirigidos en la era de Obama para eliminarlos y Putin se hizo pato. Pero Estados Unidos cedió al dominio ruso a Siria, debilitando su presencia en la zona.
ISIS tiene sus adeptos entre musulmanes ricos y extremistas del mundo, y son vistos para el imaginario de los países árabes como héroes míticos, algo parecido a Hamas, que ha provocado un fortalecimiento de las marchas palestinas y aligerado las presiones políticas en Turquía, en que Erdogangana simpatías haciéndose fiel palestino, yo lo constate en Holanda.
El problema es que Siria, Turquía, Rusia en su caso, y los propios Estados Unidos, se convirtieron en el enemigo mortal de ISIS.
El apoyo ruso a Bashar Al Asad, el dictador títere de Putin sirio, ha estado ceñido de matanzas y operaciones de limpieza étnica o política, de ahí viene el encono contra Rusia.
ISIS tuvo en algún momento como capital mundial, la ciudad siria de Raqqa la cual fue atacada con todo el poder de los aliados mundiales de Estados Unidos, con aviones, misiles de crucero y operaciones especiales, en una escala de devastación total mientras Putin no dijo nada.
Siria, llegó a usar en operaciones militares gas Sarin, prohibido por las convenciones internacionales, con ese pretexto se les atacó a nivel ONU para “destruir las fábricas de químicos tóxicos prohibidos” lo que Putin adelantó que era falso aunque destruyeron dos, no fue mentira como los misiles nucleares de Saddam que solo fueron un pretexto.
Putin se colocó del lado de Siria, más bien de Bahsar, y estableció que otro ataque más seria visto como guerra contra Rusia, luego que los destruyeron.
Pero Rusia tampoco quedó en paz con ISIS y buscó por su cuenta eliminarlos, lo que pareció haber ocurrido, pero desde el 2018 se comenzaron a ver manifestaciones, cuadros nuevos de ISIS que desafían al mapa geopolítico del mundo.
Por otro lado Irán, está en parte identificado con ISIS, pero a la par es visto también como un régimen corrupto, no digno. La idea de crear un estado entre diversas fronteras con un modo extremo islámico, más digno del tiempo de la edad media, sigue latente un califato en tiempo medieval, ajeno al mundo moderno, excepto en las armas.
Es el precio de haber desmantelado al dictador Hussein, así como al partido multinacional árabe Bath. El problema es que Estados Unidos tuvo que defender con sus fuerzas militares bases y ciudades de Irak y de Irán del asedio de Isis, que también resulta un dolor de cabeza para los sauditas y los parientes petroleros ricos de los emiratos de la zona.
Pakistán fue en cierta forma otra de las sedes de Isis en inicio, incluso base de Osama, pero básicamente no haydiferencias entre talibanes e Isis, salvo que desean el poder en sus zonas, pero en cuanto a ideas, son lo mismo, tan malo el pinto como el colorado.
Un fundamentalismo extremo que considera a los talibanes ápostatas por haber negociado en momentos con los Estados Unidos, aceptado ayuda e incluso en algunos casos la colaboración árabe para la destrucción de Al Qaeda y del mártir Laden.
Ante la guerra de Israel, las operaciones en Gaza, que estratégicamente resultaron favorables para Rusia como un nuevo frente en lo pueda acabar el asunto de Ucrania, tienen el mismo resultado, son efecto de la causa de participación de Rusia en el mundo árabe, que se ha dado desde 1948 desde el nacimiento del estado de Israel, con niveles de presencia creciente tanto en Egipto, incluso en la guerra de los 6 días, como hoy es en Siria, o en otros países africanos o islámicos en conflictos.
Rusia tiene también un grupo de repúblicas islámicas, que pueden ser afines a Hamas o Isis, por factores religiosos. Turmekistan, Uzbekistan, por mencionar algunas, son parte de un mundo diferente que tiene que mantener cohesionado con fuerza Putin y ya no es la URSS.
Lo más conveniente y simple, es por tanto culpar a Ucrania.
Pero hay que tomar nota: Si bien Putin ya acepta lo de extremistas islámicos, focaliza a Ucrania como culpable,incluso a los Estados Unidos, pero no ha sido Ucrania la enemiga en Africa, ni en Afganistán de los ISIS, además Putin desarrolló dos guerras contra los islámicos, la primera en Afganistán, la segunda fue el conflicto de Chechenia, tradicionalmente para Asia, Rusia es Europa, para Rusia, Asia es barbarie, así se ven.
En Chechenia se tuvo una guerra muy sangrienta, preludio de lo pasaría en Ucrania, pero ahora los chechenos van con Putin, luego de Wagner, ellos.
Rusia intentó atraer e influir a los talibanes, lo que expuso la maestra de la Universidad de Clemson, en un trabajo de la BBC para explicar todo este enredo, Amira Jaddon, que expuso el origen de Isis en Pakistán y Afganistán, y la influencia rusa. Su obra se llama (EI en Afganistán y Pakistán) EL significa ISIS.
Por otra parte, el acercamiento de Putin con la Iglesia Ortodoxa de Rusia, en aras de que apoye su expansión imperial, ha intensificado la sensación de que acepta una iglesia oficial, pero no atiende o persigue a la fe musulmana.
Isis no ataca con frecuencia, pero cuando lo hace, es preciso, tiene un largo historial mundial de atentados.
Esto puso en alarma a Turquía, porque es otro de centros que pueden ser atacados, lo mismo que Irán, que busca la simpatía a la causa de Hamas como un medio de neutralizar a los otros extremistas, vendiendo la idea que están atormentado a Israel y a Occidente.
El hecho real es que nadie está seguro. Putin ahora sabe que su flanco musulmán, no está consolidado, pero tampoco su guerra en Ucrania, pese a los esfuerzos recientes por inclinar la balanza, porque el fantasma del Islam radical, lo amenaza luego de la represalias tomadas en Siria. De hecho, Rusia es el principal enemigo desde el punto de vista de ISIS, pero rechazar los informes de occidente sobre los islámicos extremos, le costó muy caro.
Putin no tiene todo el poder que supone, ni una guerra resuelta, y el otro frente de Gaza en Israel, si bien distrae al mundo occidental, finalmente confluye a la mente maestra, la de Putin.
Eso dicen los expertos de medios como el NYT, o estudiosos de las universidades, pero este tema da para vender libros. Solo intentamos explicar lo que sucede, porque es fácil perderse en este laberinto de porque Rusia fue el blanco. Era un ajuste de cuentas, Rusia pagó una de cal, por las que van de arena.
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