A Fondo Jalisco
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Manuel Rodríguez Murillo

El naciente Sistema Anticorrupción

“Nadie resiste un cañonazo de cincuenta mil pesos”
El manco de Celaya.

Inicio mi colaboración cuestionándome ¿tenemos realmente los mexicanos en nuestro ADN el gen de la corrupción?, no creo tener la respuesta para este cuestionamiento, habrá posiciones que digan que sí y quienes digan que no, yo me inclino por creer que no, los mexicanos somos, en nuestra gran mayoría, gente honesta, trabajadora, que día a día nos rompemos el lomo (por no decir la madre) trabajando, buscando nuestro sustento de una manera honrada y decorosa pero sobretodo enseñando a nuestros hijos a hacerlo, como a nosotros nos enseñaron nuestros padres, en mi caso mi madre, y como a ellos se los enseñaron.

Desafortunadamente existen casos en los que hay barbajanes y gente sin escrúpulos, especialmente políticos y gente que trabaja en el gobierno, pero se han puesto a pensar que no podría haber corrupción si los ciudadanos no ofrecieran “dadivas, moches o mordidas” para hacer cochupos o pasara por alto algunos temas, poder participar en licitaciones amañadas, hacer “bisnes” con el gobierno, pero para que la corrupción exista debe ser de dos, de quien ejerce funciones en el gobierno, sea el nivel que sea, y de los ciudadanos bajo cualquiera de las facetas que se desarrollen como empresario, haciendo un trámite o cualquier otra actividad en la que se tenga un roce con el gobierno, es más hasta como conductor de un automotor.

Pues bien, como sabrán esto no es nuevo y fue a raíz dediversos hechos que se suscitaron en la época reciente de nuestra nación, entre 2014 y 2015 que detonaron que se alzara, aun mas, la voz de diversas organizaciones civiles, cúpulas empresariales y de esos ciudadanos, que como dije en un principio, somos honestos, lo que valió que el Congreso de la Unión escuchara las mismas para iniciar con un sistema anticorrupción a nivel nacional, mismo que nace a la vida jurídica un 27 de mayo del 2016, y que se replica en los 32 estados que conforman nuestro México, así como en todos los 2446 municipios y 16 alcaldías de la ciudad de México.

Este Sistema Nacional Anticorrupción inicio con la modificación a los artículos 108, 109, 113, 114, 116, entre otros, de la Constitución Política Mexicana, la expedición de 4 nuevas leyes (Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, Ley General de Responsabilidades Administrativas, Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa y Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación) así como la reforma a 3 ordenamientos ya existentes (Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Código Penal Federal así como la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República), aquí debo señalar que dentro de lo plasmado en estas leyes también se consideran como sujetos de las mismas a todos aquellos que no son servidores públicos pero que participan en actos de corrupción.

Lector te estarás preguntando ¿y esto a mí que?, ¿para que me sirve saber esto y si van a seguir robando y no pasa nada?, bueno, he de decirte que con estas modificaciones te dan herramientas para poder, desde tu trinchera, combatir la corrupción, y no debe de entenderse solo la palabra “corrupción” como el pedir una dádiva, ofrecerla a cambio de algo, no, la corrupción es el apartarse de lo que señala la normatividad por cualquier servidor público, a ver, pongamos un caso, que pasa si vas a una institución pública, de lo que gustes, y recibes un mal trato de quien debe atenderte o simplemente no te atienden, ¿sabes que eso es sancionable por estas nuevas normas? Ha verdad!!!!!, y bueno ya que sabes esto, te has preguntado ante quien debes hacerlo, te platico que existen al interior de cualquier ente de gobierno unas áreas, que dicho sea de paso no son muy queridas por las instituciones, que se llaman Órganos Internos de Control y que son los responsables de darle atención a las peticiones que realicen los ciudadanos, pero sabes ¿qué es lo mejor? Que tú eres parte dentro de estos procesos, y no necesitas ser un abogado para poder acceder a los mismos, tu como ciudadano puedes presentar una denuncia en contra de los servidores públicos que te mal atendieron, que te percataste que recibieron un moche, de gente que soborna o pretende sobornar a los servidores públicos.

Ufff, se ve interesante, pero espera, aún hay más, actualmente a nivel federal existe un sistema que se llama Sistema Integral de Quejas y Denuncias Ciudadanas y que lo puedes localizar en esta liga https://sidec.funcionpublica.gob.mx, además de que esta activo las 24 horas, los 7 días de la semana y los 365 días del año, ahí puedes, de una manera sumamente sencilla, ir capturando toda aquella información que será necesaria para que las autoridades investigadoras realicen bien su función, además de que podrás estar monitoreando en tiempo real las actividades que realicen estas autoridades, y si crees que una vez que se concluyó la indagatoria iniciada por tu denuncia no se resolvió de la mejor manera podrás interponer un recurso, el que podrás hacer, nuevamente, sin necesidad de un abogado. Aquí es importante señalar que hay Órganos Internos de Control en cualquier ente del gobierno que te puedas imaginar (IMSS, POLICIA FEDERAL, SEP, CONADE, RELACIONES EXTERIORES, y en cualquier institución federal que te puedas imaginar).

Desafortunadamente los estados no terminan de adoptar este tipo de instrumentos que permiten a ustedes presentar por estos medios sus peticiones, y no en todos los entes del gobierno estatal se encuentran, incluso ni en todos los municipios existen estos, aunque ya es un mandato constitucional, por lo que aún falta mucho por hacer.

Regreso a mi pregunta original, ¿tenemos realmente los mexicanos en nuestro ADN el gen de la corrupción? E insisto en mi respuesta, no, yo creo que no, pero tenemos que borrar, iniciando con pequeñas acciones como el denunciar a los malos servidores públicos y desde luego no siendo parte de estas cadenas de corrupción, esa frase que del manco de Celaya, que fue dicha hace casi 100 años y aún sigue vigente en el léxico de muchos ciudadanos.

1 comentario

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Liliana 9 de abril de 2018 at 9:06 pm

Sin duda el tema Anticorrupción en México se encuentra en una etapa insipiente y con todo lo que pasa a nuestro alrededor suena lejano que las leyes y normas se apliquen con rigor, por eso creo que la aportación del autor es muy valiosa ya que nos muestra de manera sencilla el marco general de esta nueva etapa en la vida pública, donde como él lo explica, se abre la oportunidad para los ciudadanos de hacer valer nuestros derechos al recibir un servicio o realizar un trámite en las instituciones gubernamentales.
Excelente aportación y bienvenidas las reflexiones que nos lleven a hacer conciencia de trabajar por el México que queremos para nuestros hijos.

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