Por Jaime García Medina*
Para muchos, la política es una parte de la guerra. Para clásicos de la guerra como Karl Von Clausewitz, es una continuación de la guerra. Hoy se puede decir que es inherente a la guerra. En estos momentos, en lo que queda del PRI están más que belicosos entre sí y contra su dirigente nacional por los candidatos que postuló; lo mismo ocurre en el PAN y pasa en Morena. No se diga la batalla del Tucom -todos unidos contra Morena-. Y en Jalisco no nos va a extrañar nada que no hayamos visto en el 2015 o en el 2018 porque hay un arsenal por salir.
Puede decirse que los gobernantes siguen convertidos en oficiales de bomberos políticos. El futuro inmediato, ya no digamos el de mediano o largo plazo, no les apura para nada. Son muy buenos -a su juicio- en la coyuntura y “resuelven” los problemas, o apagan los incendios.
Eso pasa hasta que la paciencia de los pueblos se agota. Los políticos de Jalisco no han entendido que es falsa su tesis aquella de que “gobierno bien, pero comunico mal”.
Para Manuel Castells, política y comunicación han ido aparejadas siempre.
Usted puede ver que quienes usaron bien la comunicación, como Andrés Manuel López Obrador, se hicieron con el poder, pero todo el que usted me mencione, todos, empezando desde Donald Trump y su posverdad, hasta Adolfo Hitler o más allá, como Porfirio Díaz -pan y circo- o como incluso los que en el largo auge del Imperio Romano construían y construían hasta el Coliseo Romano, todos vieron caer sus mentiras y estrategias inverosímiles, desaparecer su poder. Cuando el pueblo está inconforme, tira hasta a Luis XVI o a los zares rusos.
Por eso digo que, en este año electoral, en Jalisco vamos a ver gran parte, o todo, del arsenal que los partidos y los equipos de los candidatos han preparado.
Hay videos de los principales aspirantes en Guadalajara. En reuniones con mucho alcohol y otros asuntos
Hay videos de los principales aspirantes en Zapopan. Unos, amenazando, y con nuevas riquezas. Entre otros.
A quien ya tienen al borde del abismo, y listo para dar un paso adelante -con voz de Carlos Salinas de Gortari- es a Frangie quien en la semana anterior ya vivió un episodio negro de los muchos que le faltan por vivir porque hay muchas cuentas por cobrar a quien lo impulsa y a él, que operaba.
Ojos hinchados como los de Frangie; chamarras negras que cubren todo, como la que usó Frangie en su video difundido 3 días después de que en redes aseguraban que él había estado en Los Otates cuando sujetos no identificados se llevaron por la fuerza a un empresario que convivía con él, en medio de la inoperancia policiaca; memes como los que le hacen por racimos a Frangie; apodos como los que ya le dieron a Frangie más conocimiento y reprobación -es estéril para efectos electorales aquello que dicen que desean que los demás hablen, bien, o mal de mí, pero que hablen-, va a haber a montones.
Es el costo de participar en la guerra, desde la política.
Hay que sentarnos a ver qué nos presentan porque sí hay un arsenal queriendo ver la luz.