Los 17 meses de la administración del gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez, han sido un verdadero desastre y una gran decepción, tanto, que ha manchado indeleblemente y para la posteridad su periodo, que ya no sabemos cuánto durará. Apelará a cualquier teoría, pero ya se equivocó.
Son tres casos muy significativos y escandalosos los que han exhibido la voracidad y violencia del mandatario jalisciense, emanado de Movimiento Ciudadano:
El Programa A toda Máquina, La macro deuda por 6,200 millones de pesos al estilo Humberto Moreira que dejará sin margen de maniobra a las próximas administraciones y la desafortunada decisión de reprimir a los manifestantes violando todos -dijo el fiscal Gerardo Octavio Solís- los derechos humanos de jóvenes hombres y mujeres que legítimamente pedían justicia por la muerte de Giovanni López a manos de policías de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Lo peor del caso, es que quedó evidenciado que el Ejecutivo estatal, es un mitómano empedernido al que cada vez que habla o declara, se le descubren sus mentiras que le dictan sus infames asesores -que ya trae uno famoso del extranjero- que lo van sumiendo de crisis en crisis.
@ivangarme
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