Jaime García Medina
Para quien está acostumbrado a dar el siguiente paso siempre, como el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro y lo hace sin ver condiciones, ni antecedentes, sino solo porque su intuición o ambición lo hace darlo, debe ser muy difícil saber día a día que está muy lejos de su inaccesible meta: es el noveno aspirante a la presidencia mejor puntuado para el cercano 2024 en un largo listado de hombres y mujeres medido por el Grupo Reforma y difundido anteayer domingo.
Anteayer tuiteó esto que refleja su personalidad y estilo de gobierno: “Para festejar como los grandes 116 años de historia y ejemplo del futbol mexicano. Con 4 goles vs Pumas, el rebaño pasa a la liguilla y está para campeón. ¡Arriba las @Chivas! A seguir jugando como hoy, a escribir más años de alegría, estrellas y pasión.
“Ahora sigue el Atlas…”
Ya lo veré cuando se pare con los del Atlas, porque si en Chivas no lo quieren mucho, aquellos menos. Alfaro cree que su sueño es posible solo porque un tipo como Enrique Peña Nieto saltó del Gobierno del Estado de México a la candidatura presidencial del PRI en el bienio 2011 y 2012 -protestó ser candidato el domingo 27 de noviembre-. Pero Jalisco no es -lamentablemente para los jaliscienses- ni Estado de México ni Nuevo León y Alfaro no es Peña Nieto, ni el presidente es Felipe Calderón, ni las condiciones políticas de 2012 son las de 2024.
La encuesta de Grupo Reforma llama mucho la atención por esto: porque en el tercer sitio va Luis Donaldo Colosio, presidente de Monterrey; en séptimo lugar va Samuel García, gobernador de Nuevo León y en noveno sitio va él. O sea, Movimiento Ciudadano no piensa en él.
Antes, Alfaro debiera recomponer Jalisco, pero en la entidad nadie le va a creer porque está empeñado en engañar y porque ya lo conocen. No le van a creer ni las familias de desaparecidos; ni los editores de los diarios a los que ya ha golpeado una y otra vez, se la van a perdonar y a creer; ni el grupo de la Universidad de Guadalajara; ni los empresarios, que sólo le dan la suave mientras se va. Ni el presidente Andrés Manuel López Obrador que ya dijo ayer en la entrevista Mañanera que lo de el Tren Ligero en Guadalajara ya anunciado por Alfaro ni siquiera está firmado.
Y lamentablemente para quienes tienen expectativas de llegar a un cargo, en Movimiento Ciudadano de Jalisco cada vez son menos las expectativas de ganar algo. El desgaste de un gobierno señalado por corrupto es fuerte: ni Alfaro ni los alfaristas tienen mucho futuro.
Sin moverle mucho sus piezas, el presidente López Obrador le va estrechando con mucha habilidad el cerco: Morena es la opción en esta entidad, porque ni el PAN, ni el PRI, ni Hagamos, ni Futuro, lo son.
Esa es su realidad.
