El obediente juez del caso Iconia Felipe de Jesús Rivera Gallegos ya está apanicado. Hoy los diarios se le van encima a él y a su jefe metaconstitucional Enrique Alfaro.
La Tremenda Corte, columna de Milenio Jalisco apunta:“Como dicen los clásicos: salvo que el diablo meta la cola, hoy deberán salir de la cárcel los tres universitarios detenidos por la invasión al terreno Iconia/Parque Resistencia Huentitán, quienes se quedaron detenidos desde el fin de semana pasado, cuando inició su proceso. Y deberán quedar libres porque ayer hubo manifestaciones en ese sentido del gobernador Enrique Alfaro, el presidente municipal de Guadalajara, los abogados de la empresa duela del terreno en disputa y por supuesto que de todo el organigrama de la Universidad de Guadalajara. ¿Qué cambió? Algunos dicen que la presión de la opinión pública fue mucha. Otros señalan que el encarcelamiento había sido simplemente como un jalón de orejas, pero no estaba destinado a ser por más tiempo. Haiga sido como haiga sido (diría otro clásico), la esperada liberación de Javier Armenta y compañeros desahogará la presión mediática sobre el caso, pero nada más. Porque el encono entre universidad y gobierno, o viceversa, se mantendrá igual el resto del año”.
La verdad que el gobernador Enrique Alfaro le midió tarde el agua a los camotes y reculó de nuevo.
Pero el que no tiene mamá fue el juez lacayo del gobernador. Según nos narra hoy el reportero de Canal 44 Omar García:“Otra vez, de manera irregular, el juez determinó que la audiencia inicial de imputación de los estudiantes declara la sesión privada. Ni siquiera dejaron entrar al personal de la @SEGOB_mx. Ojo @A_Encinas_R
¿Quién protege a ese juez?”
Ya se ve que el juez está apanicado, y que el gobernador Enrique Alfaro está doblegado políticamente porque su apuesta de emperador le salió mal. Todo por la sencilla razón de que ¡ni es emperador ni somos lacayos!
Que haya quienes le obedezcan porque es su jefe y le tienen temor es otra cosa. Esperemos.
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