Como va:
Así, “sin tantita pena”, sin vergüenza, sin remordimiento de culpa, disfrutando mucho el momento, es como Aristóteles Sandoval “elude” su responsabilidad y atribuye al PRI la estrepitosa y largamente anunciada derrota electoral del primero de julio. ¿Y cómo no? si apoyó a los ganadores Andrés Manuel López Obrador vía Claudia Delgadillo -la ex coordinadora de la campaña de José Antonio Meade y luego candidata de Morena a la presidencia de Guadalajara-.
También apostó por Enrique Alfaro con sus secretarios de despacho. Mandó muy lejos a los candidatos de su partido José Antonio Meade -presidencia-, a Miguel Castro Reynoso -a la gubernatura- y a Eduardo Almaguer Ramírez, candidato de su partido a la presidencia de Guadalajara y mientras ellos sufren, él goza..
Nótese el ambiente en la persona del gobernador priista de Jalisco. Mientras casi todos en su partido en México sufren, hoy miércoles 4 de julio, el Diario NTR en su nota de portada dice cómo está Aristóteles, riendo y jocoso: “En la lona, pero respirando: así define el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz su situación y la de su partido después de las elecciones electorales en las que el priismo perdió su hegemonía.
“Fue un nocaut (sic), en la lona (sic), pero todavía con aire (¡), como priista entender muy claro el mensaje, con mucha humildad y con atención de cómo y desde dónde se le puede seguir (¡) aportando (¡) a este país en la transformación y necesidades que nos exige la ciudadanía”.
Bien pues de ese tamaño es el ánimo del mandatario de Jalisco, en un sexenio que estuvo plagado de corrupción, ese fue su sello, y las consecuencias las pagaron Miguel Castro y Eduardo Almaguer. Por ende la pagó la militancia que por cierto está muy enojada, a diferencia de él, que está sereno moreno, ufano, ciudadano. “¡Viva AMLO! ¡VIVA Alfaro! al cabo ya me voy y ahí arréglenselas”, parece ser su sentir.
¡Puffff!
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