A Fondo Jalisco
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Gabriel Torres Espinoza

Hacia un gran cementerio refrigerado

Análisis

En América Latina, los tres principales flagelos que aquejan a la vida pública son la inseguridad [la región con mayor número de asesinatos en el Orbe, de acuerdo a la ONU], la corrupción [de las más corruptas, de acuerdo a Transparencia Internacional] y la desigualdad [la región más desigual del Planeta, de acuerdo a la ONU] que, en buena medida, se explican por el narcotráfico y la narcoviolencia. Nuestro país no es ajeno a este contexto: las encuestas señalan que los dos principales problemas, según los mexicanos, son la inseguridad y la corrupción. Respecto de la inseguridad, se agrega otro componente particularmente grave: el elevado número de desparecidos en México que asciende, a partir del inicio de la guerra contra el narcotráfico, a poco más de 40 mil personas, según lo denunciado recientemente por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. 

En ello Jalisco registra una circunstancia crítica. A inicios de este año, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, apuntaba que Jalisco era el tercer estado de la República con mayor número de desaparecidos, del fuero común, a nivel nacional [3er lugar: con 3,362], tan sólo detrás de Estado de México [2do lugar: con 3,890] y Tamaulipas [1er lugar: con 5,990]. El precario funcionamiento del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses abona a la trágica posición que tiene nuestro estado tercer sitio, en el ranking nacional con mayor número de desaparecidos. El año pasado, fue nota internacional a ocho columnas las morgues móviles’ que deambulaban por toda la ZMG con centenares de cadáveres sin identificar. Para paliar el problema, y sortear la crítica a la insensible actitudcon que se abordó el asunto, se construyeron nuevas cámaras de refrigeración. El pasado 03 de mayo, el encargado del despacho señaló que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) tiene una capacidad para recibir 463 cuerpos [después de las cámaras de refrigeración que se construyeron], y que en esa fecha se encontraban en ellas 428 personas.

En principio se podría pensar que la dificultad de fondo se explica por el escaso presupuesto con que opera el IJCF, a efectos de resolver dos cuestiones: 1) el problema de la identificación [el registro completo consiste en cinco perfiles elaborados por peritos que son un estudio genético, uno dactilar, otro fotográfico, un informe del levantamiento del cadáver y una ficha odontológica]; y 2) el concerniente a resguardar un mayor número de cuerpos no identificados con base en protocolos acordes a Derechos Humanos: la dignidad. No obstante, las morgues del IJCF siguen saturadas, al tope de sus capacidades, a pesar de que este 2019 el IJCF recibió un aumento en su presupuesto por 30 millones de pesos respecto del año anterior: en 2018 contó con 178 millones 806 mil 545 pesos; mientras que para este 2019 recibió un presupuesto de 208 millones 806 mil 545 pesos. 

El pasado 23 de abril, Reporte Índigo señaló que el porcentaje en la eficiencia de la búsqueda de personas desparecidas, durante el gobierno de Emilio González Márquez, ascendió a 88.96%; mientras que en el sexenio de Aristóteles Sandoval, el porcentaje en este indicador fue de 72.17%. Sin embargo, desde el inicio de la administración del actual Gobernador de Jalisco, al 15 de abril pasado, el porcentaje descendió drásticamente: a un 43.92%. Con respecto a lo anterior, es importante señalar que lo anterior resulta mápreocupante, si consideramos que este gobierno contó desde sus inicios con: 1) una Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda; 2) una Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas; 3) una Comisión Estatal de Búsquedas; y 4) con protocolos específicos de búsqueda de personas, derivados de la Ley General citada líneas arriba. 

El problema de fondo no es únicamente la falta de Presupuesto del IJCFque serviría para ampliar un gran cementerio refrigerado, sino la cantidad creciente de homicidios que se registran en Jalisco, además de la falta tanto de profesionalismo del IJCF, como de compromiso,para identificar los cuerpos de las víctimas; además de nolocalizar a las personas desaparecidas

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