Gabriel Torres Espinoza
En la ceremonia de los Oscar de 2022, la OTT Netflix, obtuvo la impresionante cantidad de 27 nominaciones a los Premios de la Academia (Oscar), y, también, alcanzó la mayor cantidad de los Globos de Oro, entre todos los distribuidores de películas de ese año, superando a las ‘majors’ hollywoodenses. Estrenos como el Matrix Resurrections en HBO, o bien, el estreno de Pinocho, de Guillermo del Toro, o Roma, de Cuarón, en Netflix, representan una expresiva muestra del cambio en el negocio audiovisual. La serie más costosa de Netflix, The Crown, biográfica de la Reina Isabel de Inglaterra, tuvo un costo de producción de 13 millones de dólares cada capítulo. Juego de Tronos, reporta un costo de producción de 15 millones de dólares por capítulo.
Todas las plataformas OTT, el año pasado (2022), gastaron 230 mil millones de dólares en producciones (series de televisión) y compras de licencias (largometrajes) y derechos de transmisión (deportes). Tan sólo Netflix y Disney prevén gastar, cada una, 20 mil millones este año (2023), en producciones, compra de licencias de contenidos y derechos de transmisión únicamente para sus plataformas OTT. En el futuro inmediato, podríamos observar esta ‘mega fusión’ de servicios digitales que otorgarían acceso a videos, video juegos, noticias, deportes, música e, incluso, la concentración de apuestas sobre justas o competencias deportivas, que también empiezan a ganar terreno en el ecosistema digital mediático.
Con la irrupción del 5G —denominado como “el internet de las cosas”— y el advenimiento del 6G en 2030 —catalogado como “el internet de los sentidos”—, y el auge en ciernes del metaverso, los realizadores visualizan ya como una estrategia fundamental de crecimiento y expansión del modelo de negocio, el audiovisual basado en la ‘experiencia digital inmersiva’. También se prevé un incremento exponencial de las herramientas de Inteligencia Artificial en las plataformas OTT, para sugerir contenidos, y retener al consumidor como suscriptor. Frente al crecimiento exponencial de contenidos en plataformas OTT tipo ‘Netflix’, representa un gran reto, que el consumidor no quede ‘infoxicado’, y debido a ello, no alcance a visualizar las ventajas de permanecer suscrito a una OTT.
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