Los Hombres del Poder:
¿Espejito, espejito, quién es el político más capaz, más inteligente y más honesto?
¿Espejito, espejito, hay alguien mejor que yo?
Espejito, espejito, estoy predestinado a cambiar la historia…
Me decía uno de mis maestros de periodismo, José Luis García Montoya “El Chino”, el gran problema de los políticos es que se suben al ladrillo y sufren mareo de montaña. Se sienten hechos a mano, tocados por el dedo de Dios.
Luego me recomendaba quien fuera mi director en el desaparecido diario Ocho Columnas: “Tenga cuidado en sus reuniones con los políticos, ellos no suelen ejercer la autocrítica, tienen exceso de soberbia y gran carencia de humildad, se sienten dueños de la verdad absoluta, merecedores de todo, nunca se equivocan y rara vez ofrecen disculpas”.
En el ambiente de la política abundan los políticos egocéntricos y narcisistas, grandilocuentes algunos y hasta mesiánicos, que andan gritando que vienen a cambiar la historia. ¿Cuántos vemos todos los días?
Bien podríamos hacer un concurso y elaborar una lista de personajes. ¿Quién le gusta para el primer lugar? ¿Quién o quiénes deben encabezar la lista?
Para la religión católica la soberbia es uno de los cinco pecados capitales, y que suele ir junto con pegado con explosiones de cólera cuando se suele tener poder, de allí que aumenta su peligrosidad.
EL PROTOTIPO
Un ejemplo de soberbios con poder es el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no conoce la autocrítica, monosprecia a los demás, con una visión maniquea del mundo. Yo soy el cambio, antes de mí y después de mí. En su caso estamos ante un megalómano racista convencido de la supremacía de la raza blanca.
El soberbio con poder quiere imponer su voluntad y rechaza en automático la crítica. Es de mecha corta o simplemente no tiene, incapaz de dialogar y confrontar ideas. Los enemigos naturales suelen ser los periodistas, por dudar y cuestionar su palabra.
El soberbio busca controlar y dominar, con una visión de sí mismo como merecedor del éxito. Se define a una persona soberbia como aquella que actúa como ser superior, más valiosa o importante que los demás, al mismo tiempo la persona soberbia quiere ser admirada y respetada por todas las grandes cosas que considera que ha hecho o que tiene.
Un elemento distintivo de la soberbia es el término psicológico del narcisismo. Y pueden distinguirse dos tipos: el narcisista vulnerable, y el grandioso. El primero es el que utiliza la soberbia para compensar su inseguridad, y el segundo, realmente se cree tan perfecto como se muestra y se pinta.
¿Qué hace arrogante a las personas? Los expertos en el tema consideran que una persona se vuelve arrogante porque ha logrado llegar lejos o ubicarse en una posición arriba de los demás. ¿Cuántos diputados, funcionarios o empresarios conocemos que antes de tener equis cargo o responsabilidad, eran personas comunes? ¿Por qué se trasformaron, por qué la metamorfosis?
Como un mecanismo de defensa es la arrogancia y la soberbia, es una forma de proteger el autoestima y auto-valía, es una forma de esconder y compensar la inseguridad, el complejo de inferioridad, la falta de confianza en uno mismo.
Otro problema que tienen los soberbios y arrogantes es que le dan alto valor a lo que piensen las personas de ellos, le dan importancia a la aprobación y las actitudes y comportamientos que asumen es para ganar una atención que no saben lograr de otra forma.
Los soberbios hablan continuamente de sí mismos y de sus logros, presumen todo lo que han logrado y constantemente se comparan con los demás. Su tema favorito es sobre sí mismos, lo que han comprado, lo que ha sucedido.
NO RECONOCEN ERRORES
En política los soberbios pueden ser muy destructivos, porque todo lo que hacen está bien, suelen rechazar la crítica, porque nunca se equivocan, siempre encuentran una justificación para sus errores y le echan la culpa a los demás, cuando reciben una crítica están a la defensiva y atacan al que le emitió, descalificándolo. Y según ellos, como nunca cometen errores, no suelen disculparse. Las personas soberbias únicamente hablan con aquellos que consideran merecen su presencia.
EN SU PECADO LLEVAN LA PENITENCIA
Es muy lamentable que la generosidad y la humildad sean los grandes ausentes en este ejercicio del poder cuando cada quien quiere imponer su voluntad. En México y en Jalisco muy pronto tendremos cambio de gobernantes. Ya hemos visto una probadita de los choques de soberbia entre los principales actores políticos, aunado a los rencores que afloran por las frustraciones acumuladas en el camino por la vida. En un ambiente envenenado por la soberbia y la arrogancia en el ejercicio del poder, poco se podrá construir, cuando el rencor quema y alimenta los sentimientos malsanos, peligroso cuando se tiene altas responsabilidades.
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