Staff.- La farsa terminó. Quedó demostrado que la trifulca registrada en días pasados en la Universidad de Guadalajara no fue producto de estudiantes inconformes ni de un movimiento legítimo, sino de la provocación de un porro de tiempo completo: Gustavo Morales Valdivia, egresado de la Facultad de Historia y conocido en los pasillos del CUCSH con el alias del “Dealer”.
Videos en poder de esta redacción confirman la responsabilidad directa de Morales Valdivia. En una de las grabaciones el propio agresor acepta haber cometido la agresión; en otra, se aprecia con claridad la secuencia en la que, de manera gangsteril y con total impunidad, embiste contra personal que se encontraba dentro del edificio de Rectoría.
Lejos de tratarse de un episodio aislado, estos hechos exhiben un patrón de infiltración, manipulación y violencia importada que nada tiene que ver con la protesta universitaria auténtica. Se trata de individuos que utilizan la fachada estudiantil para golpear, provocar y enrarecer el ambiente político dentro de la Máxima Casa de Estudios de Jalisco.
La participación de Morales Valdivia, un egresado que ya no pertenece a la comunidad universitaria, desenmascara a los auténticos responsables: los porros profesionales, mercenarios de la confronta que buscan incendiar la universidad con violencia prefabricada.
El episodio es vergonzoso. Pero más vergonzoso sería guardar silencio ante la evidencia. La comunidad universitaria merece claridad: la protesta no se defiende con puños ni con golpes de alquiler. Quien agrede no defiende causas, solo sirve a intereses oscuros.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que A Fondo Jalisco no se hace responsable de los mismos.