Opinión
Las cosas al interior del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco siguen una lógica de ‘matar pulgas a balazos’. Es decir, emplean los medios más excesivos, pero para conseguir fines verdaderamente menores. Guadalupe Martínez, una joven periodista del 44Lab, publicó que “quien se desempeñara como Jefe de Servicios Generales del IPEJAL, hasta diciembre del 2016, fue inhabilitado por un año de la función pública, además de recibir una sanción pecuniaria por casi 21 mil pesos”(http://udgtv.com/featured/ipejal-permite-corrupcion/). La falta documentada y castigada por el IPEJAL con inusual rudeza corresponde a la sustracción de “una pantalla, una cámara fotográfica, un celular y una laptop, que serían destinados para la rifa de la posada de los trabajadores en 2016”.
A su vez documenta (basada en una consulta al portal de transparencia), que el Jefe de Prestaciones Económicas del IPEJAL entregaba “préstamos sin cumplir con los requerimientos”, falsificaba pagarés, otros los desaparecía para que no se cobraran y motivó la entrega de préstamos irregulares a corto plazo. Por estas faltas, a este funcionario se le “impuso una sanción pecuniaria por 840 mil pesos” y lo inhabilitaron por seis años. El día de ayer, en la portada del diario Mural, Francisco de Anda consigna que “el Instituto de Pensiones del Estado (Ipejal) le condonó a una empresa 17.3 millones de pesos por concepto de intereses moratorios y de rentas vencidas por un edificio que entregó en arrendamiento en 2013”. A pesar de que Ipejal alega que se trataba sólo de intereses, no es así.
Efectivamente, el documento con sello del notario público No. 58, del día 1 de noviembre de 2016, asienta en la cláusula Octava que “Las Partes acuerdan que el presente contrato se formaliza para [ojo] ‘dejar sin efectos’ lo dispuesto en el contrato de arrendamiento de fecha 5 de febrero de 2013, y sus convenio modificatorios, reconociendo en este acto ‘La Arrendataria’ una condonación del 100% por concepto de intereses moratorios y un adeudo [ojo, adeudo] de rentas vencidas por la cantidad de 17’316,425.16”. Este documento está signado por Fidel Armando Ramírez Casillas, que se desempeña como Director General del IPEJAL (¿por cuánto tiempo más?). Así las cosas, por condonar 17 millones a una empresa, discrecionalmente, ¿no se afecta el fondo que los trabajadores tienen para sostener su pensión y jubilación?. ¿No hay daño causado al patrimonio del Instituto? Si por una ‘pantalla, una cámara fotográfica, un celular y una laptop’, fue inhabilitado de la función pública por un año y sancionado de forma pecuniaria con 21 mil pesos el Jefe de Servicios Generales, ¿cuántos años deben inhabilitar a Fidel Armando Ramírez Casillas, Director General, por condonar a una empresa 17 millones que corresponden a los trabajadores al servicio del estado?
Más aún, ¿con cuántos años se van a castigar a los directivos que autorizaron las inversiones fallidas en Chalacatepec (89 millones de dólares), a los que permitieron la sustracción ilegal de cientos de millones para las Villas Panamericanas (340 millones) y al brillante asesor financiero que recomendó ‘invertir’ en Abengoa 344 millones? Justo con una empresa que en España se declaraba en quiebra. Los delincuentes de ‘cuello blanco’ –impunes- del Ipejal han desviado (por decirlo eufemísticamente) 2 mil 280 millones de pesos irregularmente, que no tienen para cuándo recuperarse. Pero para eso, el Ipejal no propone castigo, sanción pecuniaria o inhabilitación alguna. Eso sin contar con los 10 mil 400 millones de pesos de las aportaciones de los trabajadores distribuidos en cuentas que se localizan en Suiza, Estados Unidos y México.
Recordemos que José García Mora, Diputado del Congreso del Estado de Jalisco, puso el dedo en la llaga y solicitó que dentro del Instituto de Pensiones y Jubilaciones –IPEJAL- se instituya un “Comité de Riesgo” y se transparenten los estados financieros del IPEJAL. Ahora que se quiere ‘refundar’ Jalisco, resulta oportuno que se dedique la atención suficiente al caso del IPEJAL, antes de que quede completamente ‘desfondado’ por quienes cometieron toda clase de irregularidades, que hipotecan un derecho laboral a la pensión y jubilación…
