Como va:
Tras el debate de anoche, la gubernatura de Jalisco ya está decidida. La sociedad y hasta sus mismos contrincantes o sparrings -esta batalla parece entrenamiento de boxeo de un campeón mundial con puros ‘costalitos’- ya se hicieron a la idea de que Enrique Alfaro ya ganó. Carlos Lomelí, sin despeinarse ya está en un cómodo segundo sitio -con Morena se las entenderá en el Congreso y ayuntamientos Movimiento Ciudadano- y atrás, muy atrás, en el fondo, sin rumbo ni fuerzas, aparece Miguel Castro Reynoso, abanderando a un ejército de priistas que está de vacaciones, o de brazos caídos, y a punto de entregar las armas.
Eso es lo que se vio anoche en el debate organizado por el Instituto Electoral de Jalisco y una gran síntesis la dibuja en El Informador, el autor de la columna Allá en la fuente: “Fuera de eso, Castro estuvo desdibujado (sic). Si no es por esa puntada, cualquiera creería que ni siquiera (sic) asistió. Por otro lado, el emecista Enrique Alfaro, puntero en las encuestas, fue el más atacado. Y a su vez, sus misiles los concentró en Carlos Lomelí de Morena, lo que revela que es el virtual segundo lugar (sic) y el enemigo a frenar en crecimiento.
“Miguelito (sic), gracias por participar (sic): acomódese en el tercer lugar (sic) junto a José Antonio Meade y disfrute la (sic) función…
“…Salvador Cosío prometió que iba a expropiar el Bosque de La Primavera. Buen intento para destronar a Castro con la propuesta más (sic) absurda.
“Los sotaneros Carlos Orozco del PRD y Martha Araiza de Nueva Alianza, ellos dos, bueno… ejem… pues también acudieron al debate…”.
Ahora sí, vienen dos cosas: una, que al ganar Enrique Alfaro habrá cárcel para servidores públicos que lucraron -de entrada- con el presupuesto del sector salud. La otra, que el pleito está abajo, en senadurías, y alcaldías.
Esto ya se escribió.
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