Iván García Medina
A diez meses de haber iniciado la administración estatal, las primeras señales de cambios en el gabinete del gobernador Pablo Lemus Navarro comienzan a tomar fuerza. La columna Cúpula del diario Mural, publicada este domingo 31 de agosto de 2025, agitó las aguas políticas al anticipar ajustes en el equipo de trabajo estatal, especialmente entre los perfiles heredados del sexenio de Enrique Alfaro Ramírez.
Mural en su espacio de trascendidos, Cúpula publicó:
“CON ESO DE QUE pasando agosto todo es Navidad, en los círculos políticos está sonando la versión de que Pablo Lemus hará pronto los primeros cambios en su gabinete.
¿QUIÉNES SE VAN?, ¿quiénes se quedan? Algunos se muerden las uñas y otros le prenden veladoras a San Nico, para que les ayude a mantener la chamba. Aquellos que conocen a Lemus dicen que su visión de equipo tiene que ver más con resultados que con lealtades políticas, a diferencia de Enrique Alfaro, que mantuvo a los suyos a su alrededor, inclusive cuando ya le habían fallado o se habían convertido en una carga.
Y EN ESE SENTIDO todo apunta a que esos eventuales movimientos en el gabinete podrían ser de funcionarios que fueron herencia del alfarismo. Por lo que se sabe (y se ha visto), algunos han pasado estos 10 meses creyendo que ese alfarismo todavía existe y, por lo mismo, no han asumido que ya cambió el tablero y hasta el nombre del juego.
ASÍ QUE vaya usted haciendo sus quinielas sobre quiénes en el equipo del gobernador tendrán que hacer maletas”.
Hay dos perfiles que se ponen en la balanza de la administración de Pablo Lemus:
Primero, Alberto Esquer Gutiérrez, uno de los hombres fuertes del gabinete del ex gobernador Enrique Alfaro Ramírez, que hasta el momento se ha esmerado en trabajar para posicionarse pero sus descuidos le han impedido afianzarse.
El otro caso, es Salvador Zamora Zamora, actual Secretario General de Gobierno quien a pesar de su esfuerzo al parecer no es precisamente su zona de confort, por lo que necesita más bien otro espacio asumiendo un rol más protagónico que le ayude al Gobernador.
El mensaje entre líneas es claro: Pablo Lemus busca desmarcarse del legado alfarista y enviar una señal de autoridad dentro de su gabinete.
A diferencia de Alfaro, quien sostuvo a sus colaboradores incluso con resultados cuestionables, Lemus parece apostar por una lógica de rendimiento sobre lealtades.
Los posibles ajustes no solo reflejarían un reacomodo de poder interno, sino también una estrategia de legitimación frente a la opinión pública, que espera eficiencia y resultados concretos a menos de un año de iniciada la administración.
El reto para Lemus será doble: mantener gobernabilidad al interior de su equipo —donde persisten viejas lealtades políticas— y garantizar que las sustituciones se traduzcan en mejoras tangibles en áreas tan sensibles.
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