Iván García Medina
El escenario político de Jalisco se ha convertido –lo han convertido el gobernador amateur Aristóteles Sandoval y sus aristogatos- en un callejón de barrio bravo. Ayer miércoles 24 de febrero, el magistrado presidente de uno de los poderes más respetables –pero no respetados- que debiera haber en la entidad, el Poder Judicial, Luis Carlos Vega Pámanes, insultó al presidente de la Mesa Directiva del –que debiera ser- Honorable Congreso del Estado, diputado Enrique Aubry Palomino. Lo llamó inimputable, que en legislación y teoría jurídica, es un incapacitado mental, transitorio –por muchas razones, hasta de intoxicación- o permanente.
Es algo así como si el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia Luis María Aguilar Morales, llamara inimputable al diputado Jesús Zambrano Grijalba.
Se trata de un lenguaje inadmisible en un magistrado, que debía conocer que el gobierno es uno y para su funcionamiento se separa –que no divide- en tres poderes independientes entre sí.
Inadmisible en un magistrado, que debía saber que un diputado no puede ser reconvenido por sus dichos.
Pero Jalisco vive un largo episodio caótico en el que los titulares de Poderes se agreden, que un funcionario se atreve a debatir mediáticamente con uno y otro representante popular electo, sin que nadie diga nada. Como si no hubiera gobernador, como si no hubiera leyes, como si no hubiera formas, como si no hubiera decencia.
VEGA PÁMANES VIOLÓ LA CONSTITUCIÓN
El magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia violó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice: “Artículo 61. Los diputados y senadores son inviolables (sic) por las opiniones (sic) que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás (sic) podrán ser reconvenidos (sic) por ellas.
“El Presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar”.
Bien, el diario Crónica de Jalisco publica hoy jueves 25 esta nota que dice que Pámanes llamó loco al presidente de la Mesa Directiva tras de que éste opinó sobre el juzgador: “Violento e inimputable. Así calificó (sic) el Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Luis Carlos Vega Pámanes, al diputado Enrique Aubry de Castro Palomino, para dar por concluida la discusión (sic) entre ambos personajes que se originó por la reducción de 100 millones de pesos al presupuesto del Poder Judicial de Jalisco.
“Es una persona inimputable, lo que diga (sic) no tiene caso, además no quiero. Sabemos que él se maneja por las cuestiones violentas (sic), y en mí carácter de Poder Judicial, yo no me voy a poner a discutir con una persona que es inimputable.
“Inimputable es una persona que no es coherentemente normal, es variable, entonces no tiene caso, ante la justicia es un término jurídico que se les da a las personas que no pueden ser llevadas a juicio, porque no están cabalmente bien”, acusó Vega Pámanes.
“Jurídicamente, una persona que se declara inimputable es aquella que sufre trastornos psicológicos o presenta inmadurez, por lo que no puede ser responsable. Vega Pámanes explicó que él no tiene credenciales sino un título de abogado, maestría y doctorado”.
Bueno, pues esos estudios no parecen haber sido hechos sobre Leyes y además, será muy doctor pero Vega Pámanes decencia no tiene y formación política, menos.
¡Ah! Apenas el pasado jueves 18 de febrero Pámanes citó a una rueda de prensa –no se ría por favor- para “protestar” por presuntamente, haberse dado una ¡invasión de poderes!. Mural publicó ese día: “Luis Carlos Vega Pámanes, Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, calificó como lamentables, los dichos de Hugo Luna, Jefe de Gabinete del Ayuntamiento de Guadalajara.
“En rueda de prensa, Vega Pámanes señaló que las declaraciones del funcionario -ventiladas a través de una grabación por locatarios del Mercado Corona-, atentan (sic) contra la autonomía del Poder Judicial y menoscaban (sic) la confianza de la ciudadanía en las instituciones (sic)”
O sea, el atentó contra la autonomía del Legislativo y él mismo atentó contra la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
El problema es grave, porque lo que disputa Vega Pámanes con el Legislativo es dinero, presupuesto.
Pero ese ambiente de callejón donde trajeados y encorbatados, maestros y doctores en la ley, se atacan con todo y sí, todo, es todo.
Este es el Jalisco que nos han desarreglado Aristóteles Sandoval y sus aristogatos.
¡Pufff!
Ya falta menos.
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1 Comment
Excelente crítica de los hombres del poder, interesante el periodismo, libre y apegado a la verdad, felicidades.