
Óscar Ábrego
En más de tres décadas de transitar por los caminos de la comunicación y la política, he atestiguado cómo la arrogancia pudre las entrañas de las personas y de las camarillas instaladas en la cumbre del poder.
Quienes se ostentan como amigos incondicionales olvidan, de inmediato, los principios de la gratitud y la solidaridad.
Así lo vi, en el caso de Jalisco, con el PRI y con Acción Nacional.
Ahora es lo mismo con muchos personajes de Movimiento Ciudadano.
Con los años se han integrado a la función pública las nuevas tecnologías; las redes sociales, pero en especial el uso de las selfies como instrumentos de promoción individual y de acciones de gobierno, llegaron para nutrir el deseo inagotable por acaparar la atención del público.
La búsqueda de la buena pose con el ánimo de arrancar los más altos elogios y los más ruidosos aplausos, sólomodificaron la forma, no el fondo.
Quizás el caso más emblemático que legitima a esta columna es lo que ocurre en el ayuntamiento de Guadalajara.
El poder no cambia a las personas, simplemente las desenmascara, dice la añeja máxima.
Lo anterior viene a cuenta porque, salvo muy contadas excepciones, observo y escucho en un buen número de mujeres y hombres de la función gubernamental, que la altivez se apropió de sus personalidades.
Y mientras que –por alguna extraña razón de la psique humana- asumen que su cachito de poder es eterno, pasan por alto que es justo esa condición antropológica lo que provoca el comienzo del fin.
Sin la pretensión de hacerle al pitoniso, podemos adelantar que MC está al borde de un colosal fracaso si no asume con objetividad que la soberbia se instaló en la identidad de varios titulares de dependencias estatales y municipales.
Claro, en las fotos sonrisas y amor, alegría y resultados.
Quizás sea el momento adecuado para que Pablo Lemuseche un vistazo al comportamiento real de algunas colaboradoras y miembros de su equipo, pues la derrota comienza a asomarse cuando un grupo siente que el mundo no lo merece.
Gobernar siempre desgasta.
Asuntos como la movilidad, el agua, la criminalidad, la basura y la frivolidad, juegan en contra de la continuidad delproyecto naranja.
Si no hacen ajustes a partir de la humildad, no habrá selfieque los pueda salvar.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor, activista social y analista político.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que A Fondo Jalisco no se hace responsable de los mismos.

