Óscar Ábrego
Tuve a la mano dos encuestas elaboradas recientemente.
En ambas, el agua brota como uno de los tres temas prioritarios en la agenda cotidiana de la población.
No es para menos, cálculos conservadores indican que en más de 150 mil hogares sale de las llaves agua sucia, que no sirve para lavar trastes ni ropa.
Ya no hablemos para bañarse.
La molestia crece a diario entre los tapatíos.
A lo anterior sumemos tres factores: los cada vez más recurrentes cortes de suministro, las constantes fallas en el abasto y la intención de incrementar las tarifas por parte del gobierno.
Es cierto, alguien alegará –con razón- que el fondo del asunto se asocia a la desatención de las otrasadministraciones.
Si no es la vieja red es la falta de obras y presupuesto del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado.
Sin embargo eso no es culpa ni responsabilidad absoluta de la ciudadanía.
Al respecto, la semana pasada, en una entrevista realizada por la periodista Griselda Torres Zambrano en Radio Metrópoli, el titular del Observatorio Ciudadano del Agua, Juan Guillermo Márquez, comentó:
“Hay dos situaciones que están ahí, son reales, la baja de recursos por la gran cartera vencida que tienen y la calidad del agua. Yo creo que la cartera vencida está vinculada con la calidad del agua, porque sondeos que hemos hecho con algunos clientes, nos dicen, cómo voy a pagar un agua tan sucia”.
El experto considera que entre las acciones que debenemprenderse para mejorar el servicio se encuentranauditorías técnicas y administrativas al organismo, la creación de un Consejo Técnico Consultivo, mejorar el tratamiento en las plantas potabilizadoras, transparentar la información y conocer los volúmenes de consumo industrial, comercial y de servicios.
Claro que la discusión ya se volvió a politizar, como siempre ocurre.
Mientras que la diputada emecista Gabriela Cárdenas, presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso de Jalisco, impulsa con sus compañeros de bancada un aumentodel 12.5 por ciento para atender el deterioro de la infraestructura hídrica, Morena, a través de su presidenta estatal Érika Pérez, se opone a la propuesta.
Ahora bien, es necesario considerar una realidad, la paraestatal arrastra una deuda ciudadana cercana a los 10 mil millones de pesos, dinero que apenas alcanza para resolveralgunas labores apremiantes de mantenimiento.
Al margen de que antes del periodo vacacional de Semana Santa se aprueben o no las nuevas cuotas, la verdad es que -quizás como nunca- el agua es una de las asignaturas que Pablo Lemus debe atender con inmediatez y eficiencia.
Porque en buena medida, de ello dependerá conservar el gobierno de Guadalajara.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista
político.
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