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Destacada Gabriel Torres Espinoza

De ‘notables’ a ‘notorios’


Gabriel Torres Espinoza

Se ha suscitado una deseable discusión pública respecto de la elección de un integrante del Comité de Participación Social -CPS- del Sistema Estatal Anticorrupción -SEA- por parte de la Comisión de Selección del SEA de Jalisco. Tres de cinco integrantes del CPS (interesante que solo tres tuvieran la independencia para expresar una crítica pública al proceso), publicaron un “pronunciamiento”, fechado el día 29 de octubre de 2022: se solicita a “quienes integran la comisión de selección hagan del conocimiento de la opinión pública, al menos tres cuestiones fundamentales”: 1 “Qué circunstancias impidieron que el proceso de designación cumpliera con la transparencia que sí tuvieron procesos anteriores. 2.  Si hubo algún tipo de acercamiento, o comunicación externa a la CS, con el propósito de incidir en el proceso de designación y orientarlo a favor del ahora nombrado. 3.  Explicar detalladamente respecto a las razones cuantitativas y cualitativas que se discutieron y consensuaron respecto de la elegibilidad e idoneidad del perfil ahora nombrado”.

Finalmente, después de ¡una semana de guardar silencio!, ante múltiples criticas y reclamos por la opacidad del proceso, se dio a conocer una carta de la Comisión de Selección (suscrita solo por 7 de los 9 integrantes, ojo), precisamente ahí -en Twitter-, donde una de las integrantes de la Comisión de Selección decía que no hay que manifestarse sobre el proceso -que solo en cortito- ¿? La carta de marras reconoce que se publicaron “sumatorias que no coinciden con las evaluaciones individuales” que ellos mismos publicaron. Reconocen que no subieron en tiempo y forma las actas al sitio Web oficial. Que les “apena la situación con los aspirantes que pudieran sentirse afectados”, manifiestan su “preocupación” y ofrecen “disculpas”. Disculpe usted, ya ni modo.

La siete signantes, no explican por qué durante una convocatoria pública, para un cargo público, con evaluaciones que debieron ser transparentes en todo momento, ¡no eligieron al mejor calificado para el cargo a selección pública! Si no eligieron al mejor evaluado, aplicó la discrecionalidad, ¿por una recomendación? Además de las razones ya expresadas, de las múltiples fallas cometidas en el proceso, tampoco explican por qué el designado (el apadrinado por el gobierno) es idóneo, en razón de su perfil de funcionario público de un gobierno municipal, con marcado signo partidista, que compromete, obviamente, la independencia y autonomía del Comité de Participación Social.

No obstante, una integrante de la Comisión de selección, que dio su versión de lo ocurrido en una carta publicada el 31 de octubre, asienta lo puntos sobre las íes: la doctora María Esther Avelar Álvarez, señaló, entre otras cosas que “la inconsistencia que advierto más importante de todo el proceso de selección, es que, efectivamente, NO se eligió al aspirante con mayor puntaje acumulado, derivado de las diversas etapas de la evaluación pública, que fue convocada por la Comisión de Selección del SAEjal”.

Además, agregó una verdad de Perogrullo (verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza decirla): “Resulta importante reconocer que, en una convocatoria oficial a participar para la selección de un cargo público, sujeto a diversos instrumentos de valoración, deben ser los méritos, trayectoria y conocimientos, demostrados durante el proceso de evaluación, los únicos que deben corresponder con una designación donde la discrecionalidad no tenga cabida”. “La designación debió recaer, no solo en el más capacitado a gusto y voto de la Comisión de Selección, sino claramente en quien hubiese conseguido el mejor desempeño en un proceso público, expresamente diseñado para medir diversos aspectos considerados como idóneos entre los y las aspirantes”.

Este es el proceso más opaco llevado a cabo por la Comisión de Selección, del que se tenga memoria. El de mayores errores cometidos en la publicación de información equivocada o deliberadamente corregida para beneficiar a un aspirante que fue designado, sin haber demostrado ser el mejor evaluado, ni el más idóneo debido a que venía de ser funcionario de un gobierno municipal. Esta es la huella ‘ciudadana’ en la participación de los ‘notables’, que se convirtieron en ‘notorios’.

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