Por Manuel Gutiérrez.
La final de la Conmebol, la organización sudamericana de futbol que regentea la Copa América, y la Libertadores, entre otras mostró el cobre con su previsión y organización de tercer mundo, haciendo ver escenarios que han sido sede de un SuperBowl, como inoperantes ante el umbral del próximo mundial y para ello culparon al Hard Rock Stadium.
Los “amigos” sudamericanos no esperaban que el ingenio latino se manifestara en todas sus formas: Primero con una hábil falsificación de boletos parecidos a los oficiales, lo que generó grandes confusiones, pero ya habían logrado 1 millón 571 mil asistentes, con taquilla de 320 millones de dólares.
Segundo, no contrataron suficiente personal para que todo el estadio operara a su plenitud, por lo que solamente manejaron una puerta de acceso y otra de entrada. Absurdo cuando esperas 60 mil espectadores. De hecho hubo sobrecupo y llegaron a 70 mil, por lo gratis.
En continente estuvo en espera, durante casi 90 minutos, el partido entre Colombia y Argentina, pero los anuncios de retraso, siguieron apareciendo en las pantallas.
Primero 30 minutos, en inglés y español, luego a las 7 horas se anunció y después fueron casi hora y media después cuando se partido se inició. El que se haya jugado salvó el nombre raspado del organismo sudamericano porque le evitó demandas mayores, pero tendrán dinero para tapar bocas, críticas y repetir en la mina de oro que son los Estados Unidos, con su máximo producto la Selección Campeona del Mundo, Argentina.
La Policía de Miami, que no fue reforzada para magnitud de un evento hasta cierto punto ajeno, fue desbordada en toda su capacidad. Los hinchas sudamericanos se brincaron las vallas, pasaron los controles, dieron un “portazo” y me metieron en bola, directamente al estadio, un comportamiento criticable, pero no fue previsto.
El organismo ataca al estadio y este niega que sea responsable y señala que ha sido sede de eventos multitudinarios exitosos, como el SuperBowl, y otros incluso exitosos conciertos, pero eso pasó con los sudamericanos.
Fueron largos minutos de suspenso para las autoridades de la CONMEBOL, que no atinaban a resolver nada, luego la Policía recomendó que se abrieran todas las puertas, y finalmente entraron tirios y troyanos todos en bola, con boleto y sin él mismo.
Hubo quién pago 1954 dólares por ver un espectáculo y más aún, pero lo dejaron sin asiento, en tanto los vivos residentes en Miami, turistas de futbol, o hinchas, se colaban hasta la cocina del estadio, y lo disfrutaron GRATIS, la peor palabra que se puede decir ante la FIFA, pero le quitaron el lugar al que pagó. Eso hace ver muy primitiva la organización pero se embolsaron 127 millones de dólares, según informa Medio Tiempo, por ese partido final y retrasado en taquillas.
Pero los aficionados afectados podrán demandar hasta por el daño psicológico recibido. Las incomodidades, que no son prodigas en eventos de talla internacional.
Las grandes cadenas continentales de televisión, tuvieron que aguantar todo el rato, especulando como loscomentaristas de México, que recomendaron, por ser perversos de la CONCACAF, que se suspendiera, para que primero se brindara suficiente seguridad, antes que el futbol. En sud américa los hubieran linchado por lo menos eso opinaron con justa razón.
Odio jarocho deben haber sentido contra las televisoras mexicanas que hicieron tiempo para entretener a los espectadores que comentaron el problema en forma sensata, e irónica, mientras esperaban un partido de ese calibre, quedebe empezar con toda precisión a la hora anunciada, ni parecía evento sancionado por la FIFA. El Estadio ya hizo un comunicado culpando a CONMEBOL, y dijo que hasta ahí. CONMEBOL culpó al Estadio, e incluso a los extraterrestres del problema.
Dado que crea muy complejos problemas de televisión, de programación, derechos de transmisión, y muchos afectados que con su tiempo contratado esperaban las emisiones que pagaron y su publicidad, el lío con las televisoras, se desconoce cómo terminó o apenas empezó.
Pero recordemos que la CONMEBOL ya tiene reincidenciaen regar el tepache, levemente ha tenido fallas en su organización, pero por fortuna ganan tanto como para tapar los baches.
Si recuerdan aquella final argentina de River Plate y Boca, que terminó jugándose por falta de garantías en Madrid…o los incidentes en el evento Copa América en Brasil, total, Alejandro Domínguez, ya tiene vuelo y muchas cruces en su camino, de las dagas por embolsarse el máximo, invirtiendo el mínimo y vendiendo un evento que no corresponde a su categoría.
Es decir, lo que le importa a CONMEBOL es el dinero, luego el dinero y siempre el dinero. Les sale sobrando la seguridad de los espectadores, la seriedad del compromiso que sin haber causa de fuera mayor, fue retrasado en forma injustificada.
Muchos demandarán el haberles negado lugar, acceso habiendo pagado, esa burla al espectador, fue lo peor. El futbol soccer se ve como improvisado ante el despliegue de las ligas grandes profesionales de todo, en los Estados Unidos, no digo la proverbial NFL.
Si bien la conciliación les ayudará a librarla con las televisoras afectadas, más de alguna exigirá una indemnización por los daños imprevistos al tiempo aire, a los compromisos y pautas marcadas.
Afortunadamente, nadie murió. Pero si en el portazo se hubieran producido heridos, o pérdida de vidas, que mal parado quedaría nuestro deporte de futbol asociación, o la Policía reaccionara con violencia, el acceso único y una sola salida, fueron un alto riesgo. Son evidencia de una inmadurez, de una imprevisión de escala continental, no es digna de algo de ese tamaño.
Si, copiaron la idea del show de medio tiempo de la NFL, y Shakira, cumplió como estrella mundial, pero se dice que recibió 2 millones de dólares por su presentación, por cantar 10 minutos 4 canciones, con un despliegue que no fue como para superbowl, cumplió como se esperaba, pero en la organización si hubo fallas. Karol G por su parte cantó gratis el Himno de Colombia.
La costumbre de echarle la culpa al vecino, por parte de CONMEBOL, fue al atizarle a Concacaf, que regentea los encuentros frecuentes de futbol en los Estados Unidos, como responsables de la organización, fue algo tonto además de malo. Este organismo no tuvo vela en el entierro. Se sabe que entre esas organizaciones no hay buena relación, sólo intereses porque el equipo mexicano les redondea las ganancias por encima de Brasil.
La estructura del futbol sudamericano tiene que ser responsable de una capacidad de organización que requiere perfección al detalle, su mejor producto es la selección Argentina, su mimada que ya llegó hasta la cúspide, sobre todo porque generó un promedio de 71 mil espectadores por partido, y en los seis sumó 203 millones 461 mil 714 dólares, actualmente es un super activo de futbol, pero tiene que descender y eso no es fácil, ni a partir de cuándo, porque siguen girando en torno a Messi. También Brasil, Chile, son muy rentables.
Escoger Miami por recomendación argentina, porque ahí radica Messi, que camina no corre, en su futbol actual, considerado una deidad por los argentinos, estableció lo de siempre, Colombia tuvo el balón, hizo el gasto, propuso,pero no anotó al fallar sus delanteros y figuras que habían sido los mejores en materia de goles en el torneo. Se les mojó la pólvora en la hora buena.
Argentina, sabe matar y lo hace en una jugada y una oportunidad. México así los ha dominado, pero terminó perdiendo con ellos en pasados encuentros. Pero no falla, esa es la diferencia, son matones seguros del gol.
Un equipo que gusta de tener el mito del Dios Messi, con todo el sabor argentino, de una creencia, de una cofradía. Todos jugando para él, esperando lo que él decida y moviéndose a su ritmo y a su idea por ahora siguen sumando títulos y trofeos de todo.
Lautaro, fue como el pistolero del oeste, más rápido que en la única detonación generó el resultado y listo y entró a resolver al minuto 111. Camilo Vargas, se mostró grande, salvo de lo inevitable a su equipo en tres lances, pero no pueden dejarlo todo en manos del portero.
Eso ya el futbolístico. El aporte de los sudamericanos para la organización del Mundial, refleja ahora por Concacaf, laimpresión de que no tienen la capacidad de organizar grandes eventos. Menos mal el arbitraje del brasileño Klaus, tuvo personalidad y acierto, para resolver la difícil confrontación porque no es fácil pitar con Argentina en la cancha. Tienen un buen producto, con una mala venta, más de estilo tianguis, que de un Hipermercado, pero ganan tanto, que no les importa.
Sin duda hay buen futbol en Sudamérica, pero su capacidad de organización se ve en el tercer mundo, aunque cobren como del primero. México quedó en segundo lugar, pero en aforo a los estadios con promedio de 63 mil espectadores, pero Brasil en tercero con 60 mil, Colombia con 58 mil, por encima del local, Estados Unidos, con 54 mil.
Pero a ellos les toca diagnosticarse, admitir la enfermedad, lo muy difícil y prescribir los remedios amargos, que deben pasar por una sacudida al árbol de la CONMEBOL, viciada pero cuyos números le dan solvencia, pese a su mala organización. Si hay errores graves, pero ganas dinero, todo podrá ser remediado la próxima vez, o volverán a los mismos errores que pueden generar un problema mayor, pero el futbol castiga, y esa máxima se aplica, así como premia.
México sigue aprovechando su localía en el escenario norteamericano, generó en sus tres partidos 21 millones 769 mil 977 dólares, las mejor cotizadas fueron la de Argentina capaz de generar ingresos por 33 millones de 910 mil dólares. La eliminación le costó un buen costal de dólares a los directivos mexicanos, los estadios se arrendaron por 3 días previos a la celebración de un partido, figuras célebres del ambiente artístico de sudamerica, se dejaron ver en las tribunas, como Maluma y Karol G, que salieron odiando a los aficionados argentinos, que los hostilizaron.
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