Iván García Medina
Ya son muchas señales enviadas en las últimas semanas por el presidente de la República Enrique Peña Nieto en el mismo sentido y solo citaré 4 importantes: abrir en la Asamblea Nacional del PRI los reglamentos para que llegara a la candidatura presidencial un actor externo, sin militancia; otra, enviar a Emilio Gamboa, líder de la bancada priista en el Senado a que destapara solamente a 4 aspirantes, Meade, Nuño, Chong y Narro; la tercera, él mismo, el mandatario, dando trato especialísimo a Meade bajando solo con él y subiendo sólo con él para llegar y salir de un evento al que asistieron otros secretarios. Hoy jueves 31 de agosto, El Universal presenta una entrevista exclusiva a la que le da 8 columnas, y ahí Peña Nieto dice cómo será su dedazo.
“Por lo menos dos atributos importantes de quien resulte abanderado del partido: uno, que sea alguien que tenga una visión clara del México que quiere construir y al que quiera aportar, que haya claridad en la visión de hacia dónde va el país y cómo debe caminar y avanzar para llegar a mejores condiciones.
“Y dos, un perfil evidentemente de una conducta y una trayectoria honesta, limpia, de reconocimiento y de prestigio, porque creo que eso hará que el PRI tenga un candidato altamente competitivo”, explica.
Me voy al requisito final, el de los no escándalos. El único de los 4 que no está manchado por escándalos -que resiste un golpeteo- es Meade. Nuño tiene su historia negativa, tanto en su paso por la Oficina de la Presidencia y la SEP; Osorio Chong por supuesto que también, tanto en el Gobierno de Hidalgo como en la Segob; José Narro, no cumple ese perfil tras su paso por la rectoría de la UNAM. En cambio Meade no ha ofrecido escandalitos. En su perfil de twitter, incluso, aparece en una foto muy bien estudiada, entre otras cosas, con dos fotografías a su espalda: una de mayor tamaño cuando Peña Nieto le da posesión de su cargo, junto a una bandera mexicana y la otra, de menor tamaño, con su esposa.
Destacan en esa foto una bandera mexicana en primer plano y él, usando su laptop en un escritorio sobrio, ordenado, donde hay un libro ya hojeado, y su porta plumas.
Ese estudioso, serio, esforzado, secretario de Hacienda, que ya fue Secretario de Relaciones Exteriores, Secretario de Desarrollo Social, Secretario de Energía, que conoce el campo desde el Banrural que dirigió, que es abogado por la UNAM, que es economista por el ITAM, doctor en economía por la Universidad de Yale, ese es el que cumple con el primer requisito o atributo dibujado por Peña Nieto.
Y si esas no fueran suficientes variables analíticas ahí les va esta: el 29 de junio de este año, hace dos meses, el presidente de Morena Andrés Manuel López Obrador lo destapó, en nota que publicaron todos los diarios nacionales. Cito ahora la de El Universal: “En un video publicado en sus redes sociales, el tabasqueño afirmó que otro candidato resultará de una alianza entre PRD y PAN, “lo que implica promiscuidad política”.
“La mafia del poder, ya está decidiendo tener dos candidatos a la Presidencia, uno, el principal, que seguramente (sic) va a ser Meade, ese va a tener el apoyo del PRI y también del PAN, el secretario de Hacienda actual, fue también secretario de Hacienda con Calderón y lo ven bien los de la mafia del poder porque es darle continuidad al modelo neoliberal”, dijo.
Bueno, en Jalisco no se ven muchos amigos de Meade. Falta que se empiecen a acercar los aspirantes a la gubernatura, y ahí, el simpatiquísimo -en su casa- Luis Videgaray les puede conseguir cita. Ya ven como es de sencillo.
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