A Fondo Jalisco
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Gabriel Torres Espinoza La Aldea

El fraude en Chalacatepec: azul, rojo y naranja

Análisis

El Movimiento 19 de abril de Jubilados y Pensionados a favor del IPEJAL, se manifestó en las calles para exigir cuentas claras en las inversiones y patrimonio inmobiliario del Instituto de Pensiones del Estado (Ipejal). Señalaron que “ya basta de robos a pensiones del Estado, ya basta de corrupción en México, ya es hora de que los políticos que viven de nosotros, del dinero que aportamos, se pongan a trabajar… expresó a Grupo Reforma, José Luis Pinoco, coordinador del Colectivo 19 de Abril. Fue enfático en señalar que “demandamos que la causa justa de los jubilados y pensionados de Ipejal sea recuperada, le sea entregada su dignidad y con ello su tranquilidad para poder seguir viviendo una vida mejor”.

El problema no es si el eufemísticamente llamado nuevo Cancún” es azulrojo o naranja. Lo terrible es la manera fraudulenta en que se destinó el dinero que los trabajadores al servicio de Jalisco aportan para su pensión y jubilación -al IPEJAL-, y que fue entregado para sersocios ¡minoritarios! de ese proyecto turístico (48.5%), cuando no existía, ni siquiera, la Manifestación de Impacto Ambiental. El dinero de los trabajadores fue a un fideicomiso absolutamente opaco, que no ha podido transparentar el origen y destino del dinero de los trabajadoresBajo el cobijo cómplice de Emilio González Márquez, las empresas del grupo Rasland (Chalamar SRL de C.V. Paraland SRL de C.V. y Chalalegre SRL de C.V.) efectuaron una transacción para la adquisición de mil 200 hectáreas a 57 ejidatarios de José María Morelos, Ejido de Tomatlán, en la suma de 247 millones 500 mil pesos. Se puede advertir que IPEJAL le aceptó a Rasaland un precio de 13 dólares por metro cuadrado, cuando esta empresa los compró a los ejidatarios a 1.6 dólares. 

El Nuevo Cancún” -azulrojo y ahora naranja– es un gran fraude al dinero de los trabajadores de Jalisco, donde tres gobiernos de tres partidos distintos, han decidido ser partícipes. IPEJAL entró como socio minoritario de este proyecto y aportó mil 157 millones de pesos del dinero de los trabajadores. Los ventajosos empresarios promotores y los entusiastas impulsores del gobierno de Emilio González y de Aristóteles Sandoval se embolsaron 909 millones 500 mil pesos sólo en la compra de las mil 200 hectáreas. El fraude consiste en que Rasaland pagó los terrenos a los ejidatarios de Tomatlán con la aportación que IPEJAL realizó para ser socio ¡minoritario!, y además se quedaron con 909 millones 500 mil pesos del dinero que los trabajadores aportan para su pensión y jubilación. Uno de esos negocios al estilo Jalisco, de ese tipo de empresarios arriesgados, que no invierten un peso de su bolsa, pero se asocian con el gobierno para utilizar dinero ajeno.

Las negativas que han persistido para transparentar el fideicomiso F/380 fueron para evitar que se documente el fraude de 909 millones de pesos que se quedaron entre los empresarios de Rasaland y allegados, al menos, de los últimos dos gobiernos. No se trata de dinero privado, sino de las aportaciones que los trabajadores realizan para su pensión y jubilación. El dinero de las jubilaciones a merced de vivales…

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