Por Manuel Gutiérrez
El nuevo presupuesto de egresos es un espejismo que ofrece crecimiento y una enorme ligereza del manejo de la Hacienda porque admite la posibilidad de gastar 1.2 billones de más, sin tener recursos para ello.
Las prioridades de la 4T siguen adelante: La militarización avanza con un jugoso presupuesto pero los organismos de administración que ha creado el ejército para manejar el AIFA, el Tren Maya y la Refineria, todo ello en un organismo denominado Olmeca, de momento no tiene financiamiento incluido en el presupuesto. Ya vendrán los ajustes para tener contentos a los militares.
Resalta el gasto de Seguridad Nacional por 138,490 millones de pesos, al que se pueden sumar los 79,994 millones de gasto de Asuntos de orden público y de seguridad interior, en tanto que en Justicia se gastarán 131,645 millones. Sin embargo aún con la inconstitucional admisión por el Ejército de la Guardia Nacional, este organismo no resuelve ni con sus nuevos cuarteles la situación de inseguridad y ante la tolerancia oficial y pasividad del gobierno de AMLO, es una estrategia de brindará seguridad a los nuevos militares de la Guardia, pero no al pueblo.
Destaca el gasto operativo del aparato gubernamental de la 4T con la suma en Coordinación de la política del gobierno 34,661 millones, más los 9,446 millones de Relaciones Exteriores, no se trata de un gobierno en pobreza franciscana, su funcionamiento es caro, y absurdamente ineficiente.
El gasto social de subsidios populares, con efectos clientelares porque se incentivan en momentos electorales y continuarán en el 2024. Incluye programa de 1 mil750,902 millones de pesos, con un relativo gasto en Educación por 910,692 millones y en Salud, por 868,162 millones para este sector el cual presenta rezagos de atención, continúan las adquisiciones directas o amañadas con proveedores de la misma 4T como el hijo de Manuel Barlett, pero sigue el desabasto de medicamentos y la mala calidad de los servicios que incrementan las quejas por la mala o falta de atención.
Se estima adquirir una deuda de 1.2 billones para mantener las partidas asignadas al nuevo presupuesto, en tanto se sigue imprimiendo circulante en exceso. Para Rogelio Ramírez de la O. la irresponsabilidad es manifiesta. Supone que lograremos crecimientos milagrosos que estima hasta en un 8% cuando las fuentes internacionales y centros de estudios privados señalan que el crecimiento de México no será mayor a 1.2% la propaganda oficial dice que logrará un 3% pero no consideran que hay sectores abatidos como el de construcción, acaparado por el Ejército con privilegios de todo tipo de obras, en detrimento del sector privado, y nada se incluye para el desarrollo agropecuario del país.
La obsesión del gobierno de López está en el rubro de energía, en Pemex y CFE, en que va a invertir 1,136, 137 millones, pero aunque se habla de desarrollo agrícola, este rubro es de los más olvidados y pobres: No habrá recursos para programas mal hechos como son los de Fertilizantes, ni incrementos en precios de garantía, apoyos a los productores del campo. Se les olvido de plano este sector.
La obsesión de seguir sobornando la clientela electoral, se mantienen para 11 millones de adultos mayores subsidiados con la pensión general del bienestar, lo que aumento en este año un 41% de la base de beneficiarios, así como otros programas como becas para alumnos de nivel básico por 83 mil 638 millones de pesos. El programa de la escuela es nuestra que pretende transferir sin supervisión adecuada los recursos a los padres de familia para que den mantenimiento a las escuelas representan 27 mil 052 millones de pesos. Los jóvenes que no trabajan percibirán una cifra aproximada, con 23 mil 90 millones de pesos, con el pretexto que estos incentivos llegan a la población de más bajos ingresos con la fin de mantener “la paz social”.
Este dineral prácticamente se derrocha en ideas sociales sin estructura, sin investigación, sin evaluaciones y sin corroborar que la desterrada corrupción de la 4T se haga presente con más fuerza y multiplicada a todos los niveles.
Las mega obras inauguradas pero sin funcionar nada tienen que decir para el crecimiento: EL AIFA suma a costa del descuido del AICM y de la red de aeropuertos del Estado de México como Toluca un presupuesto inexplicable por su bajo número de vuelos y usuarios: Nada menos 836, 280 millones de pesos para forzar el uso de una obra que sigue sin despegar, una buena base aérea militar y un interesante museo del Mamut.
El Tren Maya consumirá 143.073 millones el próximo año, cuando todos los economistas aseguran que tendrá que ser subsidiado a lo largo de su vida operativa, por lo que no recuperarán ese dinero, en tanto es un misterio a dónde van a parar las maderas taladas a la selva, entre las cuales hay valiosas cargas.
Inaugurada pero para atole con el dedo, se le darán más 47,200 millones en la refinería Dos Bocas Olmeca, se determinó iniciar el programa de internet público con una inversión para CFE y Telecom, de 10,911 millones. El sexenio terminará antes que el internet del bienestar sea una realidad porque pese a las promesas arrancó muy tarde.
El tren suburbano de Lechería, Jaltocan, AIFA, consumirá en el año próximo 1,250 millones para su terminación, pero las cifras de esas erogaciones admiten dudas por la inflación, también por el hecho que el presupuesto supone que va a alcanzar, pero se planeó sin tener la certeza de poder contar con los billones necesarios, todo es muy irreal, muy imaginado por Ramírez de la O. que comparte su fé en líder AMLO y sus poderes mesiánicos, porque con el dinero mal administrado no se hace magia.
Se elevó levemente el presupuesto al IMSS e ISSSTE se oculta el fracaso del INSABI que costó mucho para nada y al parecer por fin lo reconoce el Presidente pero no públicamente.
Las políticas de gastos públicos tampoco admitieron revisión al valor de obra contratada, lo que se interpreta como una baja de en construcciones públicas que han descendido desde el 2019 en 23.4% y en que el Ejercito ha asumido un 40% de la obra en construcción nacional, tanto en trenes como aeropuertos, incluso Bancos del bienestar y nadie les pide cuentas, eso es parte de la militarización a la que hemos llegado.
Por ello aunque se gastará más en el 2023 por un aumento de gasto de un 13% adicional, al presupuesto federal, se marginó a las entidades estatales, sin considerar que ya 22 estados son gobernados por representantes de Morena. Esto va a ocasionar que se desplacen dineros de manera improvisada, haciendo recortes al estilo del actual gobierno, para atender pedidos urgentes.
Por ejemplo, el gasto de estados y municipios que reciben participaciones y aportaciones, serán de solamente 2.1 billones de pesos. Hay entidades con gastos fuertes por sus grandes ciudades, caso de Jalisco o Nuevo León. Tendrán que hacer actos de prestidigitación para hacer aparecer esos dineros.
La política de subsidiar el consumo de combustibles y la energía eléctrica, no es saludable sino por la propaganda populista de un gobierno electorero, pero en realidad hará que el incremento sea inevitable y de mayor peso en su momento, pero para después de arrasar en las elecciones entonces se aplicarán los ajustes de la realidad.
El plan presupuestal de Ramírez de la O. sin duda le encantó a AMLO, por irreal. Todos los foros económicos nacionales quedaron asombrados ante su temeridad irresponsable. El país tendrá que endeudarse para completar esos gastos, en su mayor parte de poco beneficio, nulo efecto de crecimiento, como una hipoteca gigante para seguir el discurso demagógico y eso compromete más la soberanía que dicen defender contra viento y marea, pero no de sus errores.
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