En el servicio público no todo es lucimiento ni marketing ni espectacularidades huecas. En la ciudad de México un presidente municipal, el de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava va adelante. En Jalisco, desde hace tiempo, la presidenta que más trabaja, y con discreción, es la de Tlaquepaque María Elena Limón. Ella, con su ejemplo, ya empezó -por algo se empieza- a ‘contagiar’ a sus homólogos. Leí que el presidente de Tonalá Juan Antonio González donó una quincena de su salario para regalar despensas.
No conozco a ninguno de ellos, pero me agrada lo que hacen. Juan Antonio solamente donó una quincena de su salario mientras que la presidenta de Tlaquepaque ha donado todo su salario desde que empezó la crisis en tema que hasta fue debate en sesión de Ayuntamiento. Día a día, ella y su gente suben o van a las comunidades más apartadas del municipio, y entregan despensas de gobierno, más las que ella añade personalmente para aligerar la carga de adultos mayores, o mujeres en situación vulnerable.
No juzgo al presidente de Tonalá por entregar solamente una quincena. Solo refiero que María Elena Limón ha donado todo su ingreso y ha iniciado en Movimiento Ciudadano una pequeña ola que quizá y ojalá, crezca y ‘contagie’ -para bien- a todos los servidores públicos locales y entreguen en esta crisis lo que ganan o parte de lo que ganan.
Los buenos ejemplos deben permear. Incluso en la IP, porque es tiempo de dar en libertad. Tlaquepaque va muy bien, prospera en muchas cosas.
Jalisco debe ir igual.
P.D. Y ya hay que ir respetando al personal médico. A los otros. Luego peleamos, si quieren.
@ivangarme