Barro sin Bruñir
¡Así las cosas! Hoy tras mi llegada a la Ciudad de México, abordé un taxi para trasladarme a Paseo de la Reforma, en el camino recorrimos por la Av. Insurgentes y de pronto, me dice el conductor del Taxi donde viajé: “usted creé, quitaron miles de unidades de transporte para dar paso a un carril exclusivo y que sea sólo para las unidades de unos cuantos, el carril exclusivo no dio paso a desahogar el tráfico y no eficientó el transporte público, sólo hizo un sistema élite de negocio para unos cuantos y quitó la oportunidad a micro-empresarios de tener un modo de vida, además el estado de conservación en que se encuentra el carril exclusivo del metrobús es envidiable, en cuanto termina el acotamiento que sirve como barrera entre un carril y otro, es notorio el pésimo estado de la calle, esto me lleva a una reflexión, los políticos solo ven la inclusión de tal modo que sea una aspirina social, la discriminación también está en los negocios, la competencia leal no existe, regularmente son beneficiados solo un grupo élite de la población, los hijos dé, amigos dé, etc. Sin embargo, no solo debemos exigir buenas prácticas en el uso y aplicación de recursos públicos. Los políticos solo hacen actos de relumbrón, donde saben que habrá raja Politica, ¿usted realmente cree que con la eliminación del fuero, habrá justicia con los corruptos? La respuesta es: No, el influyentismo está por encima incluso de las leyes, la inclusión no solo debe promover leyes sensualistas e interdiversas, deben de procurar la justicia en el amplio sentido, la inclusión es parte de un forma de vida, una filosofía para el respeto que se mama desde casa y se llaman Valores humanos, a eso deben apostar los políticos, al respeto de la sociedad, a la integridad humana y sobre todo dar condiciones de desarrollo para todos, como dicen los políticos modernos, dar piso parejo, el poder no debe ser de unos cuantos, sino en pro del bien común…
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