Salvador Guerrero Chiprés
La recuperación de la seguridad pública debe reflejarse en las estadísticas y en la percepción ciudadana, una coincidencia difícil de lograr. En la Ciudad de México ambos indicadores han empezado a moverse en el mismo sentido.
La incidencia de delitos de alto impacto registra una disminución del 47% mientras que la percepción de seguridad mejoró 2.7 puntos porcentuales en la capital de la nación, gobernada por Claudia Sheinbaum.
La primera es resultado del análisis mensual DISÍ, que elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, y la segunda está reflejada en la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) que presenta el INEGI cada trimestre.
Esta medición refleja la forma como las personas perciben la seguridad en su comunidad, y está integrada por múltiples elementos, desde memoria y experiencia individual y colectiva, mediaciones en espacios noticiosos y en redes sociales, hasta cercanía y confianza en los representantes del gobierno.
La noticia de un robo violento a unas cuadras de su vivienda y contra un conocido, impacta en la sensación de inseguridad que puede tener un vecino, así sea, estadísticamente hablando, el único delito cometido en la zona en un mes.
El DISÍ revela, al primer semestre de este año comparado con el mismo periodo de 2019, una baja en la incidencia delictiva en todas las alcaldías, y la ENSU reporta mejoría en nueve, entre el primero y segundo trimestre de este 2021.
Gustavo A. Madero e Iztapalapa, que el mes pasado salieron de la lista de los municipios más violentos del país, redujeron en 49 y 47% su incidencia delictiva. Y la percepción la mejoraron en 13.4 y 3.7 puntos respectivamente.
El cruce de ambos indicadores permite tener un mayor entendimiento de los delitos, su comportamiento tendencial y la interpretación ciudadana a las circunstancias de su entorno.
El análisis a partir de herramientas como DISÍ y la ENSU confiere actualidad y ciudadanía al estudio de la incidencia delictiva y contribuyen a la construcción de paz desde la comunidad.
Además, colocan a México como uno de los dos países latinoamericanos —el otro es Chile— en realizar estudios continuados e institucionalizados sobre percepción.
Empatar las tendencias en los indicadores de incidencia y percepción es poco común, pero es también revelador de la confianza ciudadana en las acciones que buscan crear entornos más seguros, en los que la denuncia es fundamental.
@guerrerochipres
