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Gabriel Torres Espinoza Latitud

Lula, el ‘decano de la izquierda’

Gabriel Torres Espinoza

El ‘político más popular del mundo’, como en su momento lo llamó Barack Obama, ganó ayer, por poco más de dos millones de votos las elecciones presidenciales en Brasil (con más de 200 millones de habitantes), después de una segunda vuelta, que también había ganado (por aproximadamente cinco puntos porcentuales) el pasado 2 de octubre. Con el 99.94% de los votos computados, Lula obtuvo 60 millones 309 mil 929 votos. Bolsonaro, ex militar de 67 años que gobernó Brasil los últimos 4 años, se quedó con 58 millones 185 mil 332 votos.

El resumen publicado ayer por la BBC News, lo expresa con portentosa síntesis: “fue presidente por 8 años, se marchó con un elevado índice de popularidad, estuvo preso por corrupción, anularon su condena y este domingo, a los 77 años, Luiz Inácio Lula da Silva confirmó su resurrección política”. Impresionante la carrera de Lula, el dirigente moral y ahora formal del Partido de los Trabajadores que gobernará, por tercera ocasión, por la vía democrática, en la elección más competida de la historia reciente de Brasil. Regresa al gobierno que encabezó de 2003 a 2011, y que logró un gran reconocimiento internacional. Se alza ganador, por tercera ocasión, después de pasar ¡19 meses en prisión por corrupción! La condena que lo llevará a la privación de su libertad, fue anulada apenas el año pasado, debido a los excesos del juez Sergio Moro.

De forma que, ese que fue nombrado por ‘The Economist’ como el “pupilo estrella” de Donald Trump, Jair Bolsonaro, pagó factura -igual que el ex presidente norteamericano-, debido -entre otras cosas- a una de las peores gestiones de la pandemia, que llevó al ‘gigante de América’ a alcanzar una monstruosa cantidad de muertes por Covid-19. Bolsonaro, además de haberse distinguido como el líder del populismo de extrema derecha en América Latina, pasará a la historia de su país como el primer presidente del Brasil que no consigue reelegirse, desde que se legisló esa posibilidad en 1997.

Lula da Silva se suma a los recientes triunfos de Gustavo Petro, en Colombia, y de Gabriel Boric, en Chile, durante el año 2022. Además de los triunfos ya obtenidos por presidentes de izquierda como Fernández en Argentina y López Obrador en México. De forma que hoy las cinco principales economías de Latinoamérica quedan en manos de gobiernos encabezados por líderes de la izquierda, situación que no se había registrado antes en la región.

Aunque la escasa vocación democrática de Bolsonaro aún preocupa a los analistas internaciones, debido a que seguía ayer sin reconocer su derrota, jefes de Estado de América y Europa, ya reconocieron ampliamente el triunfo de Lula dado a conocer por el Tribunal Superior Electoral de Brasil. Fue una constante, durante la campaña, que Bolsonaro, al igual que Trump, sembrara dudas sobre el proceso electoral y mostrara reticencia a reconocer, lo que todas las encuestas marcaban, como una segura derrota.

Lula ha declarado: “intentaron enterrarme vivo y aquí estoy”. El apoyo de las mujeres a la alternancia fue manifiesto, después de un presidente que se negó a reconocer los avances en la paridad, la equidad y la igualdad de derechos para la mujer: “Fue la victoria de las mujeres que no quieren ser tratadas como objetos en camiseta”, declaró el virtual ganador de las elecciones en Brasil.

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