Gabriel Ibarra Bourjac
El tiempo transcurre muy rápido en la vida, hoy vemos en Jalisco y en México, cómo los gobiernos ya han entrado a su último tercio, el quinto año, que será un año de mucha convulsión en la antesala de la lucha por el poder, cuando los partidos y los actores preparan sus movimientos para entrar en la contienda durante el primer semestre del 2024.
¿Cómo visualizamos los escenarios locales y nacionales? ¿Hay visos de cambios de grupos y personajes en el ejercicio del gobierno? ¿Habrá continuidad en los gobiernos?
Creo que los escenarios locales y nacionales son muy diferentes en cuanto al posicionamiento de unos y otros.
En el terreno nacional el Presidente López Obrador, como jefe político de Morena, ha sabido manejar a sus “corcholatas”, como llamó a quienes subió al escenario de sucesión presidencial y finalmente son tres las que juegan, como son los casos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la favorita del tabasqueño; el canciller Marcelo Ebrard y el titular de SeGob, Adán Augusto López Hernández.
EN JALISCO
A nivel local Enrique Alfaro tiene la sartén por el mango con su grupo de Movimiento Ciudadano y será él quien decida con quién jugará en el 2024, pero al mismo tiempo tendrá qué definir hacia dónde va él, si es el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, si es senador plurinominal o simplemente termina el sexenio como gobernador.
Alfaro está muy joven para verlo retirado de la actividad política; hace dos años pintaba para convertirse en líder de la oposición a la 4T, al ser el gran impulsor de la Alianza Federalista de Gobernadores la que finalmente no cuajó y bastó un movimiento del poder central para desinflar a ese organismo con un solo disparo de precisión dirigido contra uno de sus integrantes, Francisco García Cabeza de Vaca, quien en ese tiempo era gobernador de Tamaulipas.
Alfaro decidió llevársela bien con el Presidente y guardó sus tambores de guerra.
Pero viene este nuevo año y se presentan señales de que Alfaro no está del todo conforme con el papel que le toca jugar como gobernador de Jalisco, como que de repente quiere subirse a la pista presidencial y luego mete el freno.
REVISIÓN DEL PACTO FISCAL
Antes de que diera inicio a las vacaciones de fin decembrinas el gobernador Alfaro presentó al Congreso del Estado su propuesta para que México cuente con un nuevo modelo de pacto de coordinación fiscal y que será aprobado seguramente por los legisladores locales en este mes de enero.
La verdad es que esta propuesta de Alfaro está condenada a que quede en el sueño de los justos por todo el proceso por el que tendría que pasar para que se aprobara y sin la voluntad del Presidente López Obrador no tiene viabilidad.
Si desde hace dos años cuando Alfaro llevó la propuesta a la Alianza Federalista, López Obrador la calificó de grilla electorera, con mayor razón ahora podrá decir lo mismo.
El político jalisciense debe estar desesperado, ya que el haberle bajado al volumen de su discurso contra la 4T, casi lo desapareció del escenario político nacional.
Si Alfaro quiere ser candidato presidencial requiere hacer ruido, el que los medios nacionales le pongan atención y seguramente que su propuesta de revisión al Pacto de Coordinación Fiscal le permita reposicionarse.
En las diversas encuestas Alfaro sale con menos aceptación que los otros dos personajes emecistas que se han mencionado como posibles abanderados presidenciales, como son el gobernador de Nuevo León, Samuel García y el presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas.
¿Cómo Alfaro aspira a candidato presidencial si no es el cuadro más rentable de Movimiento Ciudadano? ¿Cómo convencer a Dante Delgado para que lo apoye?
El gobernador de Jalisco al argumentar la importancia de revisar el Pacto de Coordinación Fiscal ha sido mucho más mesurado que en los tiempos que encabezaba la Alianza Federalista de Gobernadores, ya que ahora aclara que aquella iniciativa en 2021 “no se trataba de decidir si nos quedábamos o nos íbamos del Pacto Fiscal, sino revisar los términos de adhesión a los convenios de coordinación fiscal, de ahí la propuesta que se promoverá entre otras entidades para lograr entre otras el apoyo conjunto”.
Habrá que recordar que el propio Alfaro declaró recientemente que él no andará recorriendo los estados, promoviéndose como otros, ya que tiene la gran responsabilidad con los jaliscienses, entonces, ¿cómo se ofertará para que lo conozcan en el país y demostrar que tiene cartél nacional? ¿Será con pautas publicitarias de entrevistas a modo en los medios nacionales?
Aquí en Jalisco dio a conocer que pretenden crear un SAT Local para asumir roles que tradicionalmente ha realizado la Federación. ¿De veras lo harán? ¿Cuándo lo discutirán los legisladores locales? ¿Hay tiempo para hacerlo y no contaminarlo con la politización?
Habrá que ver cómo es manejado y qué es lo que se busca realmente, si está fuera del proselitismo político sobre el cual Alfaro no tiene claridad, si va o no va.
Usted qué piensa: ¿Debe Alfaro buscar la candidatura presidencial o debe terminar su gobierno de seis años para el cual fue electo por los jaliscienses?
