La normalidad democrática es enterarnos que ayer jueves 21 de mayo en Yucatán el Poder Legislativo rechazó avalar al Gobernador Mauricio Vila Dosal un crédito “emergente” por la pandemia de coronavirus. Normalidad es enterarnos que en Tamaulipas dos presidentes municipales interpusieron el 14 de mayo sendas controversias constitucionales contra el crédito que solicitó el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca por $4,500 millones de pesos, como resaltó en su columna de El Universal Salvador García Soto el 16 de mayo.
Pero en Jalisco el titular del Poder Ejecutivo, Enrique Alfaro tiene a todos los poderes en sus manos, lo cual prohíbe la constitución.
Proceso informa que ayer “El Congreso local rechazó por segunda ocasión la iniciativa del gobernador Mauricio Vila Dosal para contratar un nuevo endeudamiento, ahora hasta por mil 728 millones de pesos, para echar a andar su plan de reactivación económica por la pandemia de covid-19.
“De acuerdo con su exposición de motivos, el dinero se canalizaría a un programa de obra pública e inversión contra cíclico, con el que se buscaba redinamizar la economía y generar empleos tras los estragos causados por la contingencia sanitaria”.
El abuso sin límite es atroz en Jalisco, van por 12,737 millones de pesos de crédito e intereses, es para impactar en las elecciones del 2021, es aprovechando una tragedia como el Covid-19 y el gobernador va a saludar con sombrero ajeno inaugurando obras con dinero que manejaría el próximo gobernador.
Mientras tanto, la crisis económica en las familias se agrava y como en Jalisco el gobernador no hace nada por los necesitados, la sociedad se organiza y es la que regala alimentos a sus semejantes, como publica hoy Mural.
Esperemos la sesión de hoy pero los diputados ya están bien agachados, y listos para aplaudir el brutal endeudamiento para el que no hay destino. Solo era pedir.