Iván García Medina
Pena ajena ocasiona la turbia decisión e insistencia de Pablo Lemus Navarro, alcalde de Zapopan, considerado por la clase política como la vergüenza de Movimiento Ciudadano en Jalisco, que además, emula corrientemente la actitud y pensamiento de Andrés Manuel López Obrador con su frase; “al diablo las instituciones”.
Lemus como diciendo: “al diablo con mi reputación, y me atasco ahora que hay lodo” con el tema de las 20 mil luminarias. Hoy martes 27 de febrero, el diario Crónica Jalisco en una de sus notas publica una declaración del edil zapopano priísta Salvador Rizo. Leamos: “Que se abra un proceso conforme a la ley, es decir, sin prisas ni apresuramientos, en la adquisición de las 20 mil luminarias anunciadas por el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, como un plan emergente para atender este problema en colonias que se encuentran sin la iluminación necesaria, pidieron regidores del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“En voz del coordinador de los priistas, Salvador Rizo, los ediles tricolores invitaron al cabildo a “reflexionar sobre el tema”.
Bien pues el negocio y el escándalo siguen, y por lo que se ve, al nada vertical empresario y alcalde de Zapopan Pablo Lemus le importa poco la poca o nula imagen que tiene, se siente impune como se sentían Roberto Borge, César y Javier Duarte y se siente protegido del gobernador Aristóteles Sandoval, así como de una cúpula empresarial y un ex rector.
Finalmente hoy está no sólo en el ojo del huracán sino también en los zapatos de los que antes señalaba y criticaba atrás de un micrófono como falso comunicador.
Huele a primer gran caso del Sistema Estatal Anticurrupción. Al tiempo.
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