Iván García Medina
El escándalo por el enésimo concurso amañado del Instituto de Infraestructura Física Educativa de Jalisco (Infejal) crece, y crece tanto que ayer el gobierno del Estado queriendo enmendar el delito que cometieron sus principales cabecillas al asignar a un amigo y funcionario estatal un contrato ilegal, los hizo correr y el “ganador” renunció al contrato. Al que debieron cesar y consignar es al maquinador, al director del Infejal Josué Lomelí.
Hoy sábado primero de abril del 2017 Mural publica a 8 columnas el arrepentimiento del funcionario abusivo: “La empresa Producción, Tecnología y Vanguardia no celebrará el contrato que le permitiría vender al Gobierno del Estado mesas para equipar escuelas primarias de Jalisco en 2017 y 2018.
“La decisión se tomó después de que el pasado jueves MURAL reveló que dicha empresa, que fue una de las ganadoras de la Licitación Pública Local 04/2017 del Instituto de la Infraestructura Física Educativa de Jalisco (Infejal), es propiedad de Juan Rafael Mejorada Flores, coordinador de Competitividad Empresarial de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), en sociedad con su hermano Alfonso, según el acta constitutiva 12,960.
“La Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y la Ley de Compras Gubernamentales prohíben la celebración de contratos entre Gobierno y empresas en las que participe algún servidor público, o sus parientes, por lo que ante la publicación, el Gobernador Aristóteles Sandoval llamó a Mejorada Flores a retirarse de la licitación.
“En el tema de la licitación con Infejal, la empresa decidió retirarse del proceso. “Reitero que yo ya no formo parte de la sociedad (aunque no lo ha probado con documentos) y por consecuencia no tengo participación en las decisiones”, señaló Mejorada Flores mediante un escrito.
“De haberse firmado, Infejal habría comprado a la empresa entre 2 mil 950 y 65 mil 900 mesas con valor de entre 1.9 y 63.7 millones de pesos.
“El caso está en manos de la Contraloría del Estado”.
Como se recordará, la licitación solo tuvo una modificación, que las patas de las mesas no fueran cuadradas sino ¡triangulares! Para que en 9 días de la vigencia de ingreso de requisitos nadie pudiera cumplir con el molde. Ahora, de patas triangulares, pasamos a patas pa’ que te quiero.
Bien, ya hay avances pero no, el caso no está en manos de la Contraloría del estado, sino que está en manos del Gobernador del Estado Aristóteles Sandoval, ya que son muchas pillerías cometidas en compras y asignaciones en esa institución y él no las quiere terminar. Por algo será.
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