Por Manuel Gutiérrez
Invasión con invasión se paga. Bien, Ucrania lleva 23 días dentro del territorio de Rusia, al tiempo más que suficiente para que Rusia zarista de Putin, hubiera reaccionado y más si osare un extraño enemigo, profanar con sus plantas tu suelo, aplícate a fondo, pero nada en Rusia ha servido en ese sentido, han tenido que aceptar que no es fácil sacar de su tierra al familiar enemigo, al que primero invadieron totalmente, los rechazó y luego lo volvieron a invadir hasta llegar al estado de cosas actual, en que les devolvieron el favor.
Esto lleva a una pregunta importante en el océano de la información de la guerra. ¿Por qué no ha podido Rusia eliminar la invasión a su territorio que en forma audaz y sorpresiva, le devolvió Ucrania?
Con casi tres semanas en que Ucrania sigue avanzando dentro de Rusia, a cambio de ceder terreno en la zona de Donestk pero implica comprender un cambio fundamental de la guerra.
1.- Ucrania demostró que actuar en el territorio de Rusia está dentro de sus capacidades.
2.- La logística de Rusia ha tenido un escandaloso fracaso al desconectar tropas de suministros y no poder enviar los refuerzos en tiempo en donde se necesitan.
3.- Rusia demostró que sus ofensivas dependen principalmente de las estructuras ferroviarias, de las que dependen para mover grandes grupos y fuerzas militares.
4.- Los puentes destruidos complicaron enormemente el hacer llegar tropas de refuerzo al frente, así como municiones y suministros. Actualmente 4 ciudades grandes de Kursk, están amenazadas de caer en manos de Ucrania.
Para los especialistas, esta operación reverdeció lauros clásicos de conceptos militares, actualmente, Ucrania puede dar por terminada la incursión, y retirarse dañando instalaciones estratégicas o puede aferrarse al terreno, reforzando posiciones para tener terreno por terreno en cuanto a hipotéticas negociaciones de paz, porque el juego ya se fue demasiado lejos, y es demasiado caro para los dos contendientes.
La tercera solución y más temible, es seguir adelante intentado plantear otro golpe grande en la zona de Kursk, que plantearía cierta proximidad a la Moscú, para situar armas de alcance intermedio aprobadas por los aliados y que puedan usarse para devolver el castigo a Ucrania con misiles y drones.
Rusia reaccionó pero no en una guerra de posiciones, sino en un ataque de poder aéreo, moviendo su flota de bombarderos de largo alcance y aviones polivalentes, en la operación disparando en una zona noche 200 misiles y drones, de los cuales Ucrania alega haber interceptado un 60% aunque su propaganda habla de un 80% de eficacia, la cual todavía no tienen por lo que Zelensky volvió a pedir dos cosas: Que le permitan usar armas de largo alcance contra objetivos estratégicos del territorio ruso, y segundo, que fortalezcanlas defensas antiaéreas ya que siguen demoliendo su infraestructura civil.
Ucrania en este momento sigue tratando de tener su propia industria armamentista y avanzada, por aquello de las elecciones de Estados Unidos, o traiciones como la Orban, primer ministro de Hungría, que se colocado a este país del lado de Putin.
Curiosamente, algo deben saber, porque no estiman peligrosas las concentraciones de tropas en Bielorusia, pero están le quitan el sueño y ponen alerta a Polonia en sus fronteras.
Rusia no ha podido sacar a los ucranianos de su territorio, y Putin dice que se debe a “fallas de las que son responsables sus organismos de seguridad” pero la realidad es más cruel. La industria rusa ha fallado en cantidad, oportunidad y calidad de suministros móviles, lo que ha obligado a pensar en Norcorea y China o la India, pero sale caro e incluso buscan pláticas con Ucrania.
Otro factor, es que la guerra de desgaste en que se metió, se realiza mediante brigadas selectas de combate, de fuerzas más pequeñas en un teatro más fragmentado. Un tipo de guerra que no les gusta a los rusos.
En cambio, Rusia no ha podido sostener ese tipo de operaciones, por lo que ha optado por movimientos grandes militares, masivos en que usan tropas deficientes de preparación y sin equipamiento suficiente, para afrontar tropas de élite, que ensayan tiro al blanco con ellos. Esto genera un gran molino de carne, porque el otro tipo de guerra, rebasa sus realidades.
LA RELACION DIENTE COLA
Los militares explican cómo debe ser el asunto con un ejemplo llamado “Relación Diente-Cola”.
Es decir por un diente, es decir un combatiente equipado, entrenado y apto para atacar, tiene que haber detrás para abastecerlo oportunamente, de tres a cuatro de apoyo y en el caso de los Estados Unidos, usan cinco.
Es decir, un diente necesita apoyo de 5 en la cola, para hacer buen trabajo militar. En la segunda guerra, eso derrotó a Rommel en el Afrika Korps, así como los esfuerzos del frente occidental luego del Día D por miseria de abastecimientos. No se puede ganar con discursos, sin suministros y tropas en el lugar debido.
Otra de las fallas de Rusia es que al depender de su industria local, en lugar de armas nuevas de alto rendimiento, han optado por REACONDICIONAR ARMAMENTOOBSOLETO. Un detalle muy importante de cómo es la guerra moderna y los obsoleto sigue siendo obsoleto, casi siempre llevan tanques con 40 años de vejes al frente, pese que les cambian algunas partes.
Un ejército moderno, versátil y apto, debe reparar sus problemas de mantenimiento de sus equipos en el mismo frente, en tanto Rusia debe retirarlos a la retaguardia, con un desplazamiento costoso, más inoperancia de equipos en tiempo y forma, esta diferencia cuenta porque ausenta unidades en el balance, hacen falta en la batalla. Esa es fórmula anterior, más propia de la segunda guerra.
Los descuidos, errores de mando, reiterados han creado pavorosas pérdidas de equipo, que ha hemos visto en el tema del desgaste de Rusia, una verdad total. CNN y BBC y RTVE española coinciden en este análisis, además de otras fuentes.
Esto sube la demanda, y resulta que la industria rusa, aún en economía de guerra, quiere pero no puede abastecer, lo que piden con urgencia, calidad y cantidad. Un soldado en el frente es la última parte de una cadena de fábricas, preparación, suministros, y una buena dirección si falla la logística, un ejército resiste, pero ve que les faltan alimentos, higiene, aspirinas, medicamentos, hasta whisky y chocolates, descansos y derechos de preservación, y eso hizo triunfar a los Marines contra el Japón, más que los cañones.
Estos factores explican porque no han arrojado a los ucranianos fuera de su territorio ruso, porque no resulta tan fácil, porque estos paradigmas de conducta, son habituales y como mandamientos subconscientes en el mando ruso.
Una costumbre extendida desde la segunda guerra mundial, es canibalear un vehículo funcional, para reparar dos o tres con fallas. Al final del día, tienen 3 o 2 solamente y con fallas, arruinando al nuevo.
Golpes de mano, como el haber partido la línea de ferrocarril en Lgov y Jarkov, y la destrucción de los puentes, han dejado aisladas a muchas unidades rusas, sin suministros, así como a comunidades asediadas y no hay modo de llegar.
Los convoyes rusos por carretera, inexplicablemente largos, notorios, son prácticas de tiro para los nuevos aviones de Ucrania, F-16, lo que siguen haciendo en forma inexplicable en toda esta guerra, pero es su costumbre…
Una brigada mecánica de tanques, requiere que la mitad de su número sean vehículos de abastecimiento, con capacidad móvil, para llevar combustible, repuestos, municiones y tropas frescas, al punto necesario.
Las brigadas blindadas de Rusia, aunque numerosas en dientes, no tienen suficiente soporte de cola, es decir pese a que Rusia tiene más cañones, resulta a la hora de la verdad, que los transportes rusos terminan soportando tres veces más castigo que los similares de Ucrania, pese al abrumador número de artillería nominal que tiene Rusia.
DOBLE FRENTE
Otro de los vicios doctrinales del alto mando ruso, es que manejan ideas de que no deben dejar su ofensiva iniciada en Donestk, pase lo que pase. Aunque estén perdiendo la guerra en Kursk, siguen adelante y no pueden aceptar un cambio así, aunque sea urgente.
La idea de que el sur de Ucrania desfonde a este país, no está funcionando pese a que las ciudades están relativamente cercanas, además ellos plantearon que no habría otro frente.
Rusia no estaba para asimilarlo, cuando vino la sorpresa de Kursk. Este dilema resulta mortal para los rusos que ven cerca la meta y resulta que deben retirarse, este fue el trauma alemán ante Moscú o Leningrado, en la segunda guerra, que lo abandonaban o perdían antes de lo esperado. Es algo psicológico entre los mandos, pero es un factor real.
Por estas razones se ha sostenido la incursión de Ucrania en territorio ruso entre sus opciones, el hecho que no encuentren un sólido bloque de resistencia a sus avances, tampoco ayuda a desalentar el ataque de Ucrania, que puede arriesgarse más.
Rusia tendrá que hacer un esfuerzo mayor y cambiar el centro de gravedad de su frente de batalla, porque está ganando en el sur, pero tampoco anulando a Ucrania en Kursk donde es decisivo la victoria no va por ese lado.
La guerra antes del 6 de agosto, llevaba a Chasiv Yar en la zona de Jarkov, asi como a buscar Pokrovsk, que la tomaron. Pero el momento actual requiere que el alto mando rusa mueva tropas del frente de Ucrania, para contener la amenaza del 6 de agosto aunque eso sea dejar el sur abandonado.
Putin, está demorando porque no sólo es dar órdenes.Además evadió el problema, le dio vueltas, los rehuyó disfrazando una gira y sólo reparte culpas. Y las inagotables reservas de Rusia, están lejos del frente todavía.
En tanto las brigadas de blindados de Ucrania, hacen su agosto y entran como cuchillo caliente en mantequilla, y está difícil hacerlas llegar, por el fuego enemigo y la distancia cuenta para todos, en esas inmensidades.
Rusia tiene recursos enormes, pero no estratégicamente dispuestos, no con la oportunidad que demanda la guerra moderna.
El modelo de gobierno, el centralismo, la desconfianza, el burocratismo, no ayudan a mejorar, es decir Rusia es moderna en ciertos aspectos militares y espaciales, pero no todo su complejo industrial, ni su ejército está organizado como la doctrina moderna lo exige, por costos que hacen imposible de pagar al estado, por obstáculos de personalidades en el mando, que son de nivel divinidad en su jerarquía, lo cual no admite críticas y no aceptan otras verdades, ni otras versiones que chocan contra una inercia de un sistema que estratifica todo, en una pirámide que termina en la punta, y en ella está solo Putin.
Eso lo aprendió bien Ucrania, que se da el lujo de invadir a los invasores…una guerra que para cuando lleguen los refuerzos, puede perderse anticipadamente o incluso va tan mal, que Putin habla de usar las armas nucleares…un armagedon, que podría tener consecuencias terribles en el mundo y hasta el propio Putin, su gobierno y su nación saben que eso sería perder, perder y perder, todo de manera absoluta en un desastre mundial.
Quizá mejor negociar, si las cosas siguen como van ahora, y la paz justa no se ve tan lejos, pero hay que admitir que no se puede ganar, por errores intrínsecos de la estructura que pierde eficacia cuando es puesta a prueba y mejor salir con decoro de una aventura desastrosa, en espera que no desestabilice políticamente al gobierno de Rusia, mejor olvidar a Ucrania que será la frontera de Europa.
Nunca debió llegarse a la guerra, pero el exceso de confianza de Putin, sus delirios, la adulación, los desfiles, los pomposos uniformes, los inflados informes, los protocolos y discursos y las aventuras mercenarias en países pobres de Africa, los hicieron creer que nadie podría resistírseles.
Rusia mostró al mundo que no es intocable, y que las defensas y anillos de protección, distan mucho de los discursos. Incluso, si no paran en Kursk, pueden tener la próxima batalla más cerca de Moscú, en un riesgo muy alto.
Putin ahora no puede negar que la guerra se le salió de las manos y que no era un juego sin riesgos, ahora está metido en eso hasta el cuello, la victoria se asoma y se aleja si la dejan pasar los aspirantes.
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