El presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, acorrienta y achica el cargo para el que fue -ilegalmente- reelecto: está chicaneando el caso de la licitación multimillonaria de patrullas y litiga en medios para ayudarse a consumar lo que ha pretendido el grupo que compra: hincharse las bolsas y las manos de dinero ajeno y fácil.
Hoy Pablo Lemus profirió un discurso como acostumbra: antijurídico, anti servicio público, de tirano, y atacó al Poder Judicial como nadie lo ha hecho jamás, y ha dicho que va a seguir con la licitación-adjudicación de patrullas porque “es un procedimiento que ya concluyó ya que incluso el Gobierno de Guadalajara le hizo el primer pago”, dice Canal 44.
Aunque estaba al tanto de la sentencia judicial, que incluso se atrevió en medios de comunicación, de calificar como ilegal, que la tachó de improcedente porque se emitió en periodo vacacional según él, lo cual le probaron que no era cierto.
Según Lemus: “no hay forma de revertirlo, ni detiene en lo absoluto los procesos de adquisición de patrullas en Guadalajara. Eso era con los gobiernos “blandengues que les temblaban los pies (sic) y negociaban con esta bola de rateros” -no se ría, por favor, pues Lemus lo dijo-.
Usted califique estos desfiguros de un presidente municipal de la primera ciudad del país.
Hágame el favor.