A Fondo Jalisco
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Gabriel Torres Espinoza La Aldea Opinión

Análisis- El comal, le dijo a la olla

En una democracia, la legitimidad de las decisiones de un Congreso, no provienen del tamaño de la mayoría que las vote, sino de que las decisiones legislativas se funden y motiven en las leyes, después de ser debatidas y razonadas públicamente (por eso son representantes). Pues bien, el Congreso de Jalisco decidió designar a una consejera juez, una consejera ciudadana y un consejero ciudadano del Consejo de la Judicatura, sin observar lo dispuesto en la Constitución; incluso, cuando ¡ellos mismos acaban de aprobar la reforma! que indica que se debe ACREDITAR UN EXAMEN a través de la Comisión de Seguridad y Justicia, con el apoyo de instituciones de educación superior (las universidades) y de la sociedad civil, representada por el Comité de Participación Social.

Con la misma inercia que hoy los diputados asumen que una mayoría les da derecho a violar la ley, aprobaron -con ‘madruguete’ legislativo-, una reforma electoral como chaleco a la medida, que recorta convenientemente el tiempo de las campañas, pero mantiene los mismos montos de financiamiento en favor de los partidos. Cambian las reglas a tres meses de iniciar el periodo de proceso electoral, con la deliberada finalidad de cerrar la puerta a nuevas expresiones políticas, y asegurar ventajas en las reglas de la competencia, en favor del partido en el gobierno y su palero interesado ($$$) el PAN. Los que en ofrecieron ‘cambiar la historia’, lesionan hoy la equidad para expresiones políticas emergentes (Morena, los Wikis, Hagamos) con lo que obstruyen el derecho a la equitativa competencia electoral. Nadie objeta que MC y el PAN representen una amplia mayoría. Pero incluso ésta se encuentra obligada a respetar las leyes y los derechos de las minorías.

Ocurre que evidentemente se acentúa la centralización del poder, pero con ‘denominación de origen’ en Jalisco. Lo que hoy se le reclama al presidente López Obrador, en Jalisco se practica, corregido y aumentado. De la 4ta transformación, a la refundación: mesianismos fundacionales que pregonan reinventar las instituciones, como traje a la medida. Se somete al Poder Judicial, en el orden federal, al igual que ocurre en Jalisco. Tanto el presidente (AMLO), como el gobernador, tratan al Poder Legislativo como una ‘oficialía de partes’. De la misma forma que el presidente se rehúsa a respetar la libertad de prensa y el periodismo libre, con descalificaciones y agresiones a comunicadores; el mal humor consuetudinario de la refundación maltrata por igual medios, que periodistas.

Defensor, ¿del federalismo? Tal como el presidente se impone con los gobiernos de los estados; en Jalisco es visible la supremacía (impuesta) del Ejecutivo sobre los otros dos poderes, los municipios y su propio partido. Tanto el gobierno federal, como de Jalisco, condicionan obras y presupuesto, a cambio lealtades electorales. Aplican, ambos, premios y castigos con el presupuesto público. Así como se solicita transparencia y equidad en el ‘Pacto Fiscal’; en Jalisco la discrecionalidad es la constante, por ejemplo, en la reasignación del presupuesto recientemente votado en el Congreso de Jalisco, como en los 6 mil 200 millones de deuda, que irresponsablemente obligaron a aprobar al Congreso. De forma que: el comal, le dijo a la olla…

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