Luego de consultar a prestigiados juristas me quedé sorprendido por la decepción que manifiestan por el rumbo que tomó el Poder Judicial en este sexenio. Es una impotencia lo que les provoca al enterarse que con total cinismo, un Magistrado resuelva una controversia sin tener en sus manos el expediente de una demanda y sus pruebas.
Ayer jueves 7 de abril de 2022, la revista Proceso en su versión online, exhibe al Tribunal de Justicia Administrativa (TAE) y en particular al Magistrado de la Sala Superior José Ramón Jiménez Gutiérrez, leamos parte de la siguiente nota: “Sin expediente, magistrado del TJA resuelve caso de adjudicación irregular de patrullas en Jalisco
“Sin contar con el expediente, el magistrado de la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), José Ramón Jiménez Gutiérrez, resolvió favorecer la asignación irregular de la renta de patrullas y otros aditamentos en Guadalajara, según consta en su resolución del 17 de febrero.
“El 15 de diciembre pasado, Armando Estrada, magistrado de la Cuarta Sala Unitaria del TJA, emitió una suspensión a favor de la compañía que se inconformó debido a las irregularidades en el proceso de adjudicación para arrendar durante tres años, 763 vehículos, incluidas 303 patrullas, por un monto de 762.2 millones de pesos”.
Esto significa que el magistrado resolvió a ‘ciegas’ o que -aunque usted no lo crea- tiene poderes telepáticos para conocer los términos y la legalidad o de la Litis.
Esta breve explicación es un esfuerzo que narra este servidor para no transcribir lo que los abogados consultados me dijeron: “Es el delito más flagrante en la historia de la Administración de Justicia en Jalisco y una de las muestras más claras de la creciente impunidad en este sexenio”
El tema es de gravedad máxima, no sólo por la protección a un presunto acto de corrupción -renta de patrullas a sobreprecio- sino por que este hecho en si, es un delito de los contenidos en el capítulo de corrupción del Código Penal del Estado de Jalisco, cometido por un Magistrado y que este Magistrado, presunto delincuente, argumenta que será premiado con su ratificación, como lo comentan los abogados litigantes consultados.
El cinismo, radica no sólo en la ejecución del delito -resolver contrario a autos-, obvio, ni los autos tenía a la mano, sino que lo expresó, lo plasmó como argumento para favorecer al Ayuntamiento en la resolución del asunto. Si, así de cínico, comete el delito y además lo confiesa, al cabo que en la Guadalajara de Pablo Lemus, lo que importa es el negocio.
Amables lectores, resolver una controversia sin expediente de por medio y que esto no tenga sanción, nos lleva a una conclusión innegable; “Murió el Estado de Derecho en Jalisco”. Muchas gracias a Pablo Lemus, este sin duda, será su legado.
