Por Manuel Gutiérrez
Una historia que tuvo final feliz, pero en que apareció el metiche con traje de villano reventón eel cuento, fue el logrode la planta automotriz de Tesla en Nuevo León un éxito de autoindustria.
Hagamos un relato parecido a un cuento. En el primer acto, aparece Elon Musk, que luego de meditar como acostumbra y hacer yoga, decide pasar a su despacho en un inmenso escritorio de caoba y un mueble ejecutivo victoriano, sumamente cómodo. Ahí saca sus principales conclusiones: “Necesitamos una planta nueva para seguir el desarrollo de Tesla, que ingresa a las suvs. No podemos ya arriesgar inversiones en China, o en Rusia, las causas son la invasión de Ucrania y la tensión creciente”.
Los asesores y secretarios de Elon, llevando en mano las tablets, listos a lanzar datos a la más leve provocación, señalaron al propietario y ceo de las empresas Musk, que lo mismo proyecta naves del espacio comerciales, como computadores, telefonía, satélites, equipos de defensa, y autos eléctricos. Chiclets, todavía no.
“Señor, hemos observado el fenómeno del nearshoring, es decir el acercamiento de los centros de producción y distribución a los consumidores, por tanto el punto ideal es la frontera norte de México, dijo uno de los secretarios, con aire de Steve Jobs.
¿Hecho, que podemos hacer? Dijo Elon. Uno de sus asesores le dijo: “Tengo el teléfono directo del gobernador de Nuevo León, Samuel García, podemos hablarle, y de paso tenemos un amigo, el big brother Marcelo…que está en Relaciones Exteriores…”
Dicho y hecho. Ambos funcionarios ni tardos, ni perezosos tendieron la mano, abrieron la puerta y en forma separada, para simultánea anunciaron el bien de la inversión para México.
Marcelo Ebrad habló con Elon e incluso le sugirió Querétaro o Estado de México para lo aeroespacial, los grandes centros industriales del centro del país, en que está Jalisco y Guanajuato, en que podrán ponerse otros interesantes proyectos, como en alimentos las tlayudas de Oaxaca.
Ebrad entendió que el proyecto era un sistema de fábricas en 5 o 7 estados de la república, con diversos fines. Considerando que él se sentara en la silla grande, se vió con buenos números en crecimiento e inversión…el nuevo presidente comenzaba a recuperar a México para el desarrollo dado que en sexenio de López invirtió sin rentabilidad en refinerías inconclusas y aeropuertos que se tienen que “promocionar” porque por si mismos no se justifican.
Por su parte Samuel, supo arar para beneficio de su imagen, y a la par de Colosio, el joven maravilla, proponiendo Monterrey para la primera planta. Samuel pensó que sí todo marchaba bien, el siguente paso sería ampliar las inversiones de Musk. Un horizonte naranja de éxito.
Todo estaba cantado, cuando el villano reventón intervino. El Rey López, molesto porque no le tomaron en cuenta su parecer, apareció de pronto y dijo recordando sus malhechuras de la cervecera Constellation, “No les daremos permiso, porque Monterrey no tiene agua”.
El gozo se fue el pozo. Elon, se engalló y dijo: “Entonces nos vamos a Texas, en Austin, que me proponen muchos beneficios fiscales”. El carnal Marcelo palideció y le llamó con urgencia, para concertar una video llamada por con el metiche, perdón con el Rey López.
A nivel internacional la noticia se regó como agua negra saliendo de un drenaje. México dejaría ir de entrada 10 mil millones de dólares en inversión directa, la posibilidad de nivelarse en incorporación de tecnologías limpias ya que Musk también tiene injerencia en generación de energía, tanto eólica, como solar. Incluso el proyecto H del Hidrógeno, es considerado o las naves espaciales y carritos de Hot dogs.
El Rey López ofreció en cambio Tabasco, Chiapas, algún punto del sureste mexicano de preferencia, pero eso amplia el costo de transporte al norte. Musk fue inflexible y paciente en el lento discurso del mandatario: “es que, que, voy por la vereda tropica ..luego cantó: “Ven a Tabasco que es un edén” pero nada.
Finalmente algo en el oscuro cerebro real, funcionó, sonó el timbre que falla constantemente y que alerta cuando se cometen pendejadas. (Lo tenía desconectado de seguro)
Esta vez funcionó, y admitió: Musk será bienvenido en Monterrey. (Porque se podía ir a Dubai o Australia, si se le ocurre, con si dinero).
Para entonces Samuel ya había enviado boletos del próximo partido del Monterrey a Elon y su séquito. Incluso le comentó del nuevo estadio de Tigres, y Elon que le interesa todo, aguas, abrió la puerta a alentar una inversión deportiva de alto nivel en el ramo.
Samuel había alertado incluso a grandes inversionistas mexicanos que se interesarán en inversiones conjuntas y que para nada vienen mal a Musk. Nunca sobra el dinero y que los intereses locales estén conectados con la inversión extranjera.
Samuel se adjudicó la criatura, ser el papá del niño. En tanto el metiche, seguia anunciado la marcha de carreo del desquite, para el 18 de marzo, en venganza a la afrenta de 400 mil ciudadanos marchando en CDMX en favor de que la Suprema Corte, proteja al INE del llamado Plan B, de lo que verdaderamente dice que sabe. Hoy algunos lo felicitan “por gestionar la planta de Tesla” que lacayos.
Dejemos al monarca en sus andanzas, sin que el obediente Marcelo pudiera jactarse de su intervención en ese rescate,puesto que el patrón ya había acaparado los reflectores del hecho, no sin antes considerar que los especialistas del ramo automotriz, de economía y de relaciones exteriores, criticaron acremente que esa intervención presidencial o monárquica, fuera a dar al traste al asunto (se lo ganó gratis)y regresemos al punto.
México por esta situación además de la conversión E de la industria mexicana automotriz, podrá ser competitivo en el futuro próximo. Totalmente un acierto.
El agua, elemento clave de la discusión. El Monarca estaba mal informado incluso actualmente se realiza un equitativo trasvase de agua de presas entre Nuevo León y Tamaulipas. Gracias al temporal del año pasado, Nuevo León recuperó sus reservas, aunque siempre será árido y ya aprendieron a cuidar ese recurso.
Pero información, dorado tesoro. Lo que no sabía el presidente y si Samuel, era que Tesla requiere miles de litros de agua –tratada- es decir reciclada de uso primario.
Además con sequía y todo, las grandes productoras con pozos profundos no dudaron hasta en ceder a la ciudad de Monterrey sus contenidos. Es decir, lo que cuesta en Nuevo León, es extraer el preciado líquido o desalinizar el mar o hacer agua con dinero.
En resumen, se aclaró el entuerto. Tesla vende, -eso ya no es cuento- en 2022: Una cifra 439, 700 vehículos de los cuales muchos ya son vistos en México.
Los usuarios se decantan por el modelo 3 o Y, igual de rápido que un BMW Serie 3 y su incremento de productividad fue de 73 mil vehículos, aunque el margen de ganancia es otro aspecto dado que es costoso producir un vehículo eléctrico, entonces Tesla ha tenido que vender modelos con nula ganancia, incluso con pérdidas relativaspero su salud financiera es visible y Elon es cabeza de playa de muchos inversionistas grandes detrás que lo respaldan
El plan es producir a nivel mundial 1,5 millones de coches en las nuevas giga factorías. Es decir de Monterrey para el mundo, México incluido. Y seriedad y seguridad para que todo resulte.
La cuestión es que harán con la fábrica de Shangai, que sigue produciendo pero que está sujeta a las tormentas políticas que pueden sobrevenir. Tesla está en segundo lugar mundial, compite con Vw y Toyota, incluso su valor accionario ha subido con 150 mil millones de dólares como estimación de lo que vale la empresa en que empezó Eloninvirtiendo 6004 millones de dólares en el 2004. Dejarlos ir hubiera sido catastrófico para el futuro económico,.
No son los únicos, grandes productores de autos eléctricos,pero si Tesla miró a México a pesar del Rey López, y se quedó es prometedor.lo que alegaba el carnal Marcelo, sobre un nuevo despegue industrial, si es que resulta la corcholataganadora…de menos sabe economía, pero hasta cuando aguantará tragar sapos reales y quebrarse la columna vertebral. Fue la víctima del cuento.
Y colorín, colorado, este cuento ha terminado. Otro día vengan por otro.
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