Iván García Medina
Ayer miércoles 27 de abril, el perfil de “Fisgón Político Jalisco” en Facebook –todo mundo en el medio periodístico sabe qué patas mecen esa cuna- mostró en dos fotografías al ex auditor superior del Estado de Jalisco Alonso Godoy Pelayo, en una banda de revisión aeroportuaria, con 4 maletas repletas, y aventuraba dicha fuente, que se trataba del aeropuerto de Miami, y que el ex servidor público se marchaba del país.
“Fisgón” publicó: “Se acuerdan de Alonso Godoy Pelayo, el auditor de Jalisco que le dio pagos de 5 millones de pesos a su suegro, se daba 10 millones de aguinaldo y se hizo su palacio de 300 millones de pesos, pues en lugar de que la Fiscalía General de Jalisco lo investigara por sus multiples denuncias, se le vio huyendo en un vuelo a Miami cargado de maletas
“¿Y el castigo para esta rata? Aristóteles Sandoval Eduardo Almaguer Ramírez”.
Hasta ahí la mención extraña.
Fuentes cercanas al ex auditor, que lo conocen bien, que saben de su destreza política y jurídica, y de su perspicacia política, dicen lo siguiente: Como el picaresco y viejo chiste de la carretilla, no, Alonso Godoy no se iba a Miami, sino que ya venía de regreso, pues en estos momentos está en el país.
Y confirman: “sí se fue a Miami y a otras partes de Florida pues reservó un auto desde Guadalajara”, pero mis fuentes desconocen si las fotografías que divulgan de él en Facebook, con sus 4 maletas eran de su viaje de ida o vuelta. Solo que me revelan: Esas 4 maletas eran su última acción de protección personal y protección institucional que él tenía preparadas y no quería conservar en el país.
Me invitaron a recordar que antes de irse tranquilamente de su período de Auditor Superior del Estado de Jalisco, Alonso Godoy o la institución que dirigía, digitalizó todos los documentos que conoció y no es remoto que el ex auditor haya obtenido una copia de todos los expedientes pues no compró licencias del software sino que adquirió el software.
Y él siempre “avisaba”. En sus declaraciones siempre había intencionalidad, como cuando dijo “a mí denme por muerto” en el tiempo en el que se discutía si se inscribiría entre los aspirantes a ser auditor otro periodo. Mucho decía cuando declaraba en su tour de despedida de medios –cito de memoria, no textual-: “me iré a descansar un tiempo, a actualizarme en el derecho, y solo me llevo mis conocimientos”. En realidad se refería a que iba a prepararse para una nueva batalla. Esos “conocimientos” no solo eran financieros, administrativos, de fiscalización, sino sus expedientes clave, con documentos originales que él obtenía, y pruebas que su equipo de cercanos acumulaban en sus procesos de auditoría.
Conclusión: además de que debe poseer en alguna parte del país su archivo digital, ya trasladó la documentación clave a Miami, o algún otro lugar de Florida, desde donde se defenderá de quienes lo quisieran atacar.
Hasta ahora los que lo agreden solo son amigos de Enrique Alfaro, o miembros de MC, ignorando que –hasta donde se sabe- Alonso Godoy y el presidente municipal se siguen hablando de usted, con respeto y sin enconos. Pero esos amigos oficiosos, están apostando en momentos más que riesgosos, a mover el avispero, o a despertar al enemigo en una mala hora. Y que yo sepa, en Tlajomulco y en Guadalajara, también hace aire. Como en Casa Jalisco.
Al tiempo.
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